En los equipos hay jugadores. Los hay buenos y mejores. Y después está Jordi Bargalló. El capitán levantará el sábado (20.00 horas) por última vez la mano hacia el techo del Palacio de los Deportes de Riazor para echarse el Liceo a sus espaldas y dejar al equipo en el subcampeonato de la OK Liga que se juega ante el Vic. Es el gesto que más ha caracterizado al de Sant Sadurní d'Anoia durante sus doce temporadas en el club herculino. Dedo arriba, como diciendo "seguidme que yo sé el camino". Un código que pone en pie de guerra a sus compañeros, hace temblar a los rivales y levanta al público porque se avecina una buena. Diez títulos y más de 500 goles le ponen número al sueño de un niño que quería ser como Roberto Roldán y siguiendo sus pasos con la camiseta verdiblanca se convirtió en uno de los mejores jugadores del mundo y el ídolo de la afición. Porque su dimensión va mucho más allá de la pista de juego. Pocos tienen esa comunión con la grada, además de su integración en la ciudad. Un coruñés más. Una leyenda del liceísmo. Y lo dicen otros que como él marcaron una época en la historia del hockey sobre patines coruñés.

►"No hay otro como él". Para Facundo Salinas, es un error haberle dejado escapar. "Como jugador, como deportista y como amante del hockey y del Liceo, es una gran pena que se marche Jordi Bargalló. Es un gran jugador, mejor persona, referencia del Liceo, del hockey español y uno de los mejores del mundo", señala el de Mendoza, con el que compartió vestuario durante dos temporadas, celebró cuatro títulos (Liga Europea, Copa del Rey, Copa Continental e Intercontinental) y del que heredó el brazalete de capitán.

"Los motivos no los sé, pero por lo que leo, lo que sé y las distintas declaraciones, me da la sensación de que le pasó exactamente lo mismo que a mí. Que venga otro equipo que te ofrece más dinero no significa nada. Las cosas hay que hablarlas y con un poco de esfuerzo se podría haber quedado porque ese era su deseo", comenta y analiza el futuro del Liceo sin Bargalló: "En la actual plantilla no hay otro jugador como Jordi, ni a nivel deportivo ni por todo lo que significa". Aunque no duda de que el equipo se recuperará. "El club y el equipo perdurarán y seguirán adelante. Pero notará su marcha. Cuando nos marchamos Carlos López y yo, al año siguiente el Liceo estuvo a punto de descender. Pero con el tiempo el equipo se rehizo y volvió a ganar títulos como pasará también esta vez", concluye el argentino.

►"Como persona y deportista ha dejado una huella impresionante". José Luis Huelves lo tiene claro. "Jordi Bargalló es uno de los jugadores más importantes de la historia del Liceo y entrará en el marco de esos jugadores especiales que han pasado por el club", reconoce uno que también se encuentra en ese Olimpo verdiblanco. "Como persona y deportista ha dejado una huella impresionante", sigue el exportero, que anima al público a ir el sábado a despedirlo: "Se merece que vayamos todos a decirle adiós con todas nuestras fuerzas. A ver si algún día pudiera volver y formar parte para siempre del club".

Su marcha "se va a notar" porque "en estos momentos su rol es imposible de sustituir". "Es el líder porque se lo ha ganado a pulso con su humildad y mucho esfuerzo y trabajo", analiza. "Pero el club sigue ahí y tenemos que seguir mirando hacia adelante", resume.

►"Jugadores como Jordi siempre se van a echar de menos porque no hay muchos como él". Ramón Canalda cree que "evidentemente se va uno de los mejores jugadores del mundo y una persona que además de la calidad que tiene, destaca por su carácter, personalidad y esa empatía con la grada". El exportero liceísta destaca también la importancia de que "en los momentos complicados se echaba el equipo a la chepa".

"Es un líder", resume. "Siempre está ahí, tira para adelante, da juego y mete goles. Todo el mundo lo querría tener en su equipo. Jugadores así siempre se echan de menos porque no hay muchos. Estoy seguro de que va a hacer un gran papel en el Oliveirense porque está para jugar muchos años. Todavía tiene recorrido porque es un profesional y se cuida mucho", añade. "Ha dejado un recuerdo impresionante en A Coruña, dejará un gran vacío y todos nos acordaremos siempre de él", sostiene Canalda, que pese a todo añade que "nadie es insustituible". "Pero hay algunos que son más insustituibles que otros", apunta. "Quizá de los que quedan el que puede coger el relevo a nivel de vestuario es David Torres por calidad, juventud y su manera de ser", reflexiona y remata: "Si hay alguien que puede manejar esto es Carlos Gil. Ya se ha visto en estas y el equipo siempre volvió hacia arriba, aunque ahora los objetivos serán menos ambiciosos".

►"Es imprescindible". "Jordi Bargalló es el jugador estrella del Liceo y es imprescindible", dice Kiko Alabart, al que impresiona la capacidad del nueve para seguir mejorando a su edad: "Noto que juega mejor este año que el pasado. Es sorprendente la evolución que sigue teniendo y cómo se mantiene a pesar de la edad y del tiempo que lleva jugando. Ha sido un jugador clave en esta última época. El referente. Ha marcado una época y le ha dado todo al Liceo". A Alabart, Bargalló le recuerda a los jugadores de su época: "Es comprometido, con ganas de ganar, de superarse y luchador. Saca lo mejor de sí mismo en los momentos más difíciles. Ese ha sido el espíritu del Liceo durante muchos años". Por eso no tiene duda de que se va "uno de los mejores de todos tiempos".

El ahora presidente del Compañía de María también intenta sacar una lectura positiva a su marcha. "Cuando hay cambios de jugadores surgen oportunidades para otros. Es el momento para que surjan nuevas figuras y se desarrollen otros jugadores", señala. "No sé si en este momento hay un jugador que pueda asumir el tipo de juego de Jordi y su rol. Sustituirle no va a ser fácil, pero seguro que saldrá alguien que asumirá el liderazgo. Hay que darles tiempo a los jóvenes".

►"Marca las diferencias y encarna el espíritu del Liceo". Willy Duarte es contundente: "Yo creo que se va un grandísimo jugador. Ha marcado una época y también la diferencia entre el Liceo y otros equipos durante muchos años. Y además, encarnaba a la perfección el espíritu del Liceo. Es una pena, pero los jugadores vienen y van". "Está en el top de los mejores jugadores de todos los tiempos. Y hemos tenido la suerte de que la mayoría de ellos han pasado por el Liceo. Lo mejor del hockey ha pasado por A Coruña y lo hemos disfrutado en el Palacio de los Deportes", añade el exjugador y exentrenador del conjunto verdiblanco.

"Se le va a echar de menos y siempre es difícil recuperarse de una marcha así, pero el Liceo es un club grande y seguro que vienen otros a seguir haciéndolo grande", reconoce. "En la plantilla hay jugadores que tendrán que dar un paso al frente y asumir un rol mayor", concluye Duarte.