Seis años después, el Dornbirn austríaco alcanzó su objetivo de regresar a la primera división suiza y lo hizo con tres coruñeses como guías de su camino: Jesús Gende, que como entrenador retomó hace dos años el trabajo de su paisano Marcos Rey; Ángel Mirantes, que fue el primero en lanzarse a la aventura y lleva ya cuatro temporadas; y David Rodríguez, el último en llegar el pasado verano. Los tres han formado una pequeña comunidad herculina en el corazón de Europa y están poniendo su grano de arena para que el club asiente sus cimientos. El ascenso ya lo tienen, ahora quieren consolidar el proyecto en la competitiva liga de Suiza (país que está al lado de Austria, con más tradición en hockey sobre patines y que permite la participación de sus vecinos), pero antes todavía les queda por certificar en este curso el título nacional.

"Llevamos una temporada perfecta", dice Ángel Mirantes, "porque hasta el play off estábamos invictos tanto en la liga suiza como en la local". "Y perdimos un partido en unas condiciones un poco raras, porque tuvimos que jugar en una pista descubierta y lloviendo a mares. Pero lo conseguimos y ahora nos queda proclamarnos campeones de Austria", continúa. El portero fue el que más arriesgó. Hace cuatro años pasó de estar casi fichado para jugar con el Liceo la OK Liga, a ver desaparecer el proyecto del Órdenes en Primera División por temas económicos. Tras estas decepciones, vio en Austria su salida más interesanteAustria . "No sabía ni que había hockey aquí", bromea. "El objetivo siempre fue el ascenso", apunta el meta, que con el Dornbirn ya ha ganado dos ligas NLB suizas, un campeonato austríaco y tiene cerca el segundo y dos Copas Vorarlberg.

El primer año, recuerda, fue duro porque el club "tenía carencias". Para el segundo, intentaron paliarlas con la llegada de un entrenador también extranjero, que fue Marcos ReyMarcos Rey. Con él se quedaron "a quince segundos" del ansiado ascenso. Rey volvió a casa y le sustituyó Jesús Gende. "Aproveché su trabajo y puse un poco de mi cosecha", asegura el de Órdenes, que como jugador vistió las camisetas del Liceo y del Cerceda y como entrenador tenía poca experiencia, aunque había "aprendido de los mejores": "José Ares y Fernando Marcos en la base y José Querido, Carlos Gil y Juan Copa en la elite. De los místers y de los compañeros siempre se aprende. Yo no soy muy hablador, pero sí muy observador e intento absorberlo todo". "Para mí la técnica y la táctica son importantes y hay que entrenarlas, por supuesto, pero soy geógrafo y profesor y eso me da otra visión, una psicología que hace que también le de mucha importancia a la dinámica de grupo, que los jugadores siempre permanezcan unidos y no hagan cada uno la guerra por su cuenta", añade sobre su particular visión.

El primer año salió regular, además se rompió el cruzado y no pudo aportar también su experiencia sobre la pista. En 2016 mejoró la situación. "Y mi trabajo me cuesta, que me levanto todos los días a las seis de la mañana y me acuesto a las doce de la noche. Tampoco me quejo porque hago lo que me gusta", remata Gende. Además, para este curso logró reforzar al equipo con el también coruñés David Rodríguez David Rodríguez. "Al principio tenía miedo porque iba a ser mi primera experiencia en el extranjero y era un idioma diferente, pero me ayudó saber que estaban allí dos compañeros y que si seguían era porque estaban bien. Ahora no me arrepiento para nada. Me siento muy querido y en el club todos me tratan fenomenal", reflexiona el jugador.

Los tres juntos viven una experiencia única a nivel deportivo y humano ("aprendes un idioma, conoces gente nueva, otra cultura", coinciden) y han llevado al Dornbirn a una primera división suiza de la que solo había disfrutado una temporada, en 2009, pero descendido a la siguiente. El reto el próximo curso, por tanto, será mantenerse y los tres quieren seguir unidos. "No creo que haya problemas", sostiene el técnico. "Me gustaría disfrutar en la pista de lo que tanto hemos luchado, porque parece fácil lo que hicimos, pero sufrimos mucho y lo sacamos adelante con mucho trabajo, gracias a que el equipo estuvo unido y al apoyo de la afición", añade Rodríguez. También Mirantes se apunta a la que sería para él su quinta campaña entre Austria y Suiza: "Aquí ya me dicen que soy más de aquí que de allí".