A los gritos de "Alí, Alí, Alí" y "bienvenido a casa, campeón", el barrio de Parkland, en el oeste de Louisville, donde pasó su infancia el legendario púgil estadounidense, se volcó hoy para ver pasar el cortejo fúnebre con el féretro de Mohamed Alí, fallecido hace una semana a los 74 años.

Alí, que en su día desató la polémica por su conversión al Islam y que se perdió tres años de carrera profesional por negarse a luchar en la guerra de Vietnam, falleció la semana pasada a la edad de 74 años tras haber sido uno de los hombres más respetados de Estados Unidos.

Seguidores gritando "¡Alí!" y lanzando flores se han alineado en las calles de Louisville, en Kentucky, para rendir homenaje al campeón mundial al paso de su vehículo en la procesión funeral. El coche fúnebre ha recorrido la ciudad parándose ante la multitud congregada frente a su domicilio de la infancia, para terminar su trayecto en el cementerio, en el que el féretro ha sido enterrado en una ceremonia privada en una tumba con una lápida en la que se lee únicamente Alí.

Las autoridades locales han afirmado que unas 100.000 personas han rendido homenaje a Alí en esta última despedida, muchas llegadas de diferentes puntos del país y también de otras naciones. Algunos han lanzado flores sobre el coche fúnebre al paso de la comitiva de 18 vehículos, que ha procesionado durante unos 37 kilómetros en el marco de un funeral sin parangón en la historia reciente de Estados Unidos.

Tras ser enterrado el cuerpo de Alí, el expresidente Bill Clinton y famosos como Billy Crystal, Will Smith y Mike Tyson han asistido a una ceremonia multiconfesional que se celebrado en un estadio con capacidad para 20.000 personas y que ha comenzado con el rezo musulmán.

El reverendo Kevin W. Cosby, pastor de una iglesia de Louisville, ha comparado a Alí con otros atletas destacados que se distinguieron por su defensa de los derechos civiles, como el jugador de baloncesto Jackie Robinson, el boxeador Joe Louis y el corredor Jessie Owens.

"Antes de que James Brown dijera: Soy negro y estoy orgulloso; Muhamad Alí dijo: Soy negro y soy guapo", ha destacado el reverendo. "Se atrevió a amar al pueblo negro en una época en la que los negros tenían un problema para quererse a si mismos", ha explicado.

Horas antes, unas 1.500 personas se congregaron en la vivienda en la que Alí vivió su infancia, en un barrio afroamericano de la ciudad. Cuando el coche fúnebre se ha aproximado, los agentes de Policía han permanecido hombro con hombro para dejarle paso, como en su día le hacían pasillo cuando Alí se dirigía el cuadrilátero.

Al funeral por Alí han asistido varios dirigentes extranjeros, incluido el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que el jueves asistió a la ceremonia musulmana pero este viernes ha adelantado su regreso y no ha participado en los actos de Louisville como estaba previsto.