"¡Sí, sí, sí, nos vamos a Brasil!". El grito de la selección española femenina de seven era unánime tras ganar la final del Preolímpico a Rusia por 19-12. Las lágrimas también eran un denominador común. Salvo para Paula Medín, que se quejaba de que no le salían. Tanto ella como Vanessa Rial, las dos jugadoras coruñesas del CRAT, y la asturiana Berta García, que pasó buena parte de su trayectoria en el equipo de Arquitectura, pusieron su granito de arena para la gran gesta del combinado que dirige José Antonio Barrio. El rugby español estará en los Juegos de Río por partida doble, ya que los chicos habían hecho su trabajo la semana pasada. En la primera comparecencia olímpica del deporte del oval, las dos herculinas pondrán la guinda a sus exitosas carreras.

Vanessa Rial (Boiro, 1983) y Paula Medín (Cambre, 1984) decidieron apostar fuerte por el seven y lleven muchos años dedicándose en cuerpo y alma a ello. Forman parte de las veteranas de la selección española, de las que más tiempo llevan jugando. Son unas fijas para José Antonio Barrio, que también contará con ellas para la cita en Río. Ambas salieron de titulares en el partido. Se tiraron a por todos los balones. Corrieron detrás de las rusas. Protegieron a sus compañeras. Hicieron trabajo del sucio, del que gusta a los entrenadores. Se dejaron hasta la última gota de sudor, alentadas desde la grada por una numerosa delegación de A Coruña, compañeras que quisieron ir a mostrarles todo su apoyo y que pusieron la nota de color a la final.

En ella tanto España como Rusia eran sobre el papel las favoritas del torneo que se disputó en Berlín, novena y séptima, respectivamente, en el ranking de las Series Mundiales. Y paso a paso fueron cumpliendo con los pronósticos. Rusia ganó a Samoa (47-0), Zimbabwe (59-0) y Madagascar (58-0) en la fase de grupos, en cuartos se deshizo de Argentina (34-0) y en semifinales, de Irlanda (19-10). España, por su parte, pudo con Túnez (38-0), Venezuela (45-0) y México (38-0) en la primera fase de la competición, tuvo ciertas dudas contra China en cuartos (20-0) y sentenció a Kazajistán en la penúltima ronda (28-0).

Cuando se vieron las caras en la final, la selección española se presentaba como la única que no había recibido ni un solo punto en contra. La rusa, con el aval de haber eliminado a la anfitriona y también aspirante al billete olímpico, Irlanda, en semifinales. Pero pronto se vio a una clara dominadora del partido. Desde la defensa, y con una gran Patricia García, el conjunto español mandó en todo momento salvo en pequeños destellos rusos, que solo inquietó con dos cabalgadas.

La primera parte fue de Patricia García. La pequeña cuatro de la selección anotó dos ensayos y sus dos transformaciones. Con el 14-0, España estaba tranquila, pero con reloj ya a cero, a punto de llegar al descanso, Rusia consiguió una anotación y se fue viva al segundo acto (14-7). Otra de las veteranas, Bárbara Pla, llevó el oval a la línea de marcación, pero no pudo chutar entre los tres palos. (19-7). Quedaban cuatro minutos. Las rivales de nuevo aprovecharon una pequeña grieta para volver a colarse y conseguir otro ensayo (sin transformación) para el 19-12 e hicieron que aflorasen los nervios. Era el momento de echar el resto. Y no fallaron las leonas. 18=1, lucían escrito en sus vendajes. Todas son uno (doce seleccionadas, pero 18 concentradas). Un equipo que dará mucho que hablar en Río.