La carrera empezó hace cuatro años. El 7 de agosto de 2012 en los Juegos Olímpicos de Londres, Alistair Brownlee cruzó la meta once segundos antes que Javier Gómez Noya. El coruñés se colgó la plata pero en ese momento empezó su lucha por el oro. Durante el ciclo olímpico, el triatleta ha renunciado a varias pruebas del Mundial para centrarse única y exclusivamente en Río de Janeiro. Solo un mes antes de afrontar sus terceros Juegos, un obstáculo se interpuso entre Gómez Noya y el sueño olímpico: una caída en la bicicleta cuando finalizaba su entrenamiento. Se fracturó la cabeza del radio de su brazo izquierdo, lo que lo obligó a pasar por quirófano y despedirse de Río. "Es el momento más duro de mi carrera", escribió el cinco veces campeón del mundo de triatlón en sus redes sociales una vez se hizo pública la noticia.

Su ausencia deja un enorme hueco en la lista de gallegos que participarán a partir de mañana en los Juegos. Era una de las apuestas seguras. Tras superar unas molestias en la cadera, Noya solo participó este curso en el Gran Prix de Dunkerque (ganó por equipos y acabó cuarto individual); en el Campeonato de Europa de Lisboa (conquistó su cuarta corona continental) y en la prueba de Leeds de las Series Mundiales (fue cuarto). Tres carreras que le permitieron ganar confianza para afrontar con totales garantías la recta final hacia los Juegos. Cuando más cerca estaba y más preparado se sentía, el coruñés se fue al suelo. Tanto literal como metafóricamente. Como dijo el triatleta gallego, fue una "caída tonta" pero de las más duras de su carrera. "Esta lesión me obliga a renunciar al gran objetivo para el que llevaba toda la temporada trabajando duro. Siendo realista, no hay tiempo material para recuperarme totalmente y poder afrontar la competición en buenas condiciones, por lo que lo más sensato es ceder mi plaza a alguien que lo pueda hacer mejor", declaró Noya, que este año recibió el Premio Princesa Sofía de los Deportes.

El equipo español que viaja a Río para hacer frente a los hermanos Brownlee está formado por Mario Mola, Fernando Alarza y Vicente Hernández, este último sustituto de Noya. Hernández, que se ha preparado en Lugo, vivirá su debut en unos Juegos el 18 de agosto. Al coruñés le tocará esta vez seguir la prueba desde casa, pero su sueño olímpico sigue vivo.