El Liceo mostró ayer ante el Vendrell quien manda en el Palacio de Riazor (7-2). Los de Carlos Gil demostraron una imagen de equipo sólido desde el inicio y supieron reaccionar ante el temprano gol de Jordi Creus para el conjunto tarraconense.

Seis minutos fueron necesarios para que la fiesta verdiblanca empezase. El encargado de romper el hielo fue David Torres para poner la igualdad en el marcador (1-1). Sin embargo, como todo lo bueno se hace esperar, tendrían que llegar los últimos cinco minutos de la primera parte para que el Liceo cogiese oxígeno. Marc Grau y Marc Coy tranquilizaron a la grada.

La segunda parte fue otra historia. Pese a volver a marcar el Vendrell (3-2), el Liceo no iba a tener piedad. Del stick de Marc Coy volvieron a salir dos goles que permitieron aumentar las diferencias en el marcador (5-2). La superioridad que el Liceo estaba trasmitiendo desde la pista era incontestable.

El Vendrell poco pudo hacer en los últimos compases de la segunda parte. El conjunto verdiblanco estaba enchufado y conducía el partido a su antojo. A cinco minutos del final David Torres marcó su segundo gol de la tarde (6-2). El encuentro entre coruñeses y tarraconenses estaba más que sentenciado, pero si cabía duda alguna de que en casas el Liceo es quien manda, Joan Manuel Grasas puso de penalti el gol definitivo.