Un excelso Tottenham Hotspur puso fin ayer en White Hart Lane a la racha de victorias del Manchester City en liga (2-0) e infligió a Pep Guardiola su primera derrota en Inglaterra.

El partido estrella de la séptima jornada de la Premier League, que enfrentó a primero y segundo clasificado, no defraudó, y, gracias a los goles de Aleksandar Kolarov en propia muerta y Dele Alli, cayó del lado de los locales, que con este triunfo se colocan a solo un punto del City en la tabla.

El argentino Mauricio Pochettino, técnico de los spurs, que no pudo contar con su jugador estrella, el delantero Harry Lane, optó por dejar al punta holandés Vincent Janssen en el banquillo y salió de inicio con un once sin nueve fijo y con mucha movilidad, con Moussa Sissoko, Erik Lamela y Son Heung arriba.

Guardiola apostó por un equipo ligeramente más conservador: protegiéndose con Fernando y Fernandinho en el centro del campo y relegando al banquillo a Ilkay Gündogan.

Asustaron los visitantes a los tres minutos, merced a un buen pase desde la derecha del español Jesús Navas que su compatriota David Silva no acertó a rematar en el área pequeña.

Ese fue todo el peligro que generaron los hombres de Pep en la primera mitad; el resto fue un vendaval ofensivo del Tottenham, que, con una presión alta y mucho kilómetros, no dio opción a su rival.

Los locales abrieron el luminoso antes de que se cumplieran los primeros diez minutos. La jugada comenzó con una recuperación en el centro del campo de Victor Wanyama, Lamela abrió a Rose y éste sacó un centro que se fue envenenando hasta que Kolarov, en su intento de despejar, envió la redonda al fondo de su propia portería.

Sin embargo, y sin dar tiempo a la reacción a los de Manchester, el Tottenham estuvo a punto de doblar la ventaja en una magnífica contra liderada por Son, que encaró a Stones y sacó un zapatazo con la zurda que Claudio Bravo envió a saque de esquina desde el suelo.

La presión alta de los londinenses evitaba cualquier atisbo de acercamiento de los de Pep, que cada vez estaban más incómodos sobre el césped. No había noticias de David Silva ni del argentino Sergio Agüero, totalmente anulados esta tarde en Londres.

Los de Pochettino mataron el partido a falta de ocho minutos para el entretiempo, cuando recuperaron un balón en el centro del campo y lanzaron una contra que, tras un magnífico pase interior de Son, acabó en los pies de Dele Alli, quien no falló por bajo.

Movió fichas Pep tras el descanso, y dio entrada a Gündogan en lugar de un Fernando que pasó totalmente inadvertido. Mejoró el City, pero no encontró el camino del gol que lo metiera en el partido.

Sin embargo, fueron los spurs los que gozaron de una ocasión de oro para ampliar su cuenta anotadora: a los 20 minutos del segundo tiempo, el brasileño Fernandinho cometió un infantil penalti sobre Alli.

Ahí apareció un acertado Bravo, que le adivinó la intención a Lamela y detuvo el disparo desde los 12 pasos para mantener a su equipo en el encuentro.

Con este triunfo, los hombres de Pochettino se mantienen en segunda posición de la tabla, pero se colocan a tan solo un punto de un City que tropieza por primera vez.