Cuando todo te sale mal y aun así ganas, es que has entrado en una dinámica en el que las victorias llegan casi por inercia. No tuvo su mejor día el Leyma Coruña, pero supo apretar los dientes cuando el Marín peor se lo ponía. Tres cuartos contra las cuerdas para huir del KO en el último con un golpe directo de defensa rematado por Dago Peña y Zach Monaghan, los únicos que mantuvieron la nave naranja a flote durante todo el partido y que tuvieron por fin ayuda desde el rincón para firmar el dos de dos.

El Leyma no empezó mal, pero le faltó continuidad en el primer cuarto. Encadenaba buenas acciones con poca intensidad defensiva y algunas precipitaciones. Le permitió cerrar el primer cuarto con una pequeña ventaja (21-16) el acierto exterior de Djuran con dos triples consecutivos. Su juego era más efectivo que brillante, pero sufrió un apagón. Múltiples pérdidas de balón, malos pases, peores decisiones y la sensación de que no tenía muy claro cómo encarar la canasta. El marcador se movió por rachas. Primero para el Marín con 0-8. Después un 7-0 que volvió a poner por delante a los locales. Terminó de arreglar el desaguisado un triple de Peña (33-32). El nulo acierto visitante desde la línea de 6,75 hizo el resto.

Esto se acabó en la reanudación. Tres triples abrieron el camino del Marín cuyo 38-45 obligó a Tito Díaz a pedir tiempo muerto. Solo canastas esporádicas de Peña y Monaghan mantenían al Leyma. Anotaron Zyle y de nuevo Djuran. La ventaja volvía a ser local, pero solo de un punto (50-49). Los coruñeses recuperaron su mejor versión al final. Apretaron en defensa y aparecieron jugadores que habían estado perdidos como Zyle, Lucas y sobre todo Olmos, cuyo gesto de rabia al anotar un 2+1 lo decía todo (65-58). Suyos fueron también dos tiros libres que cortaron una racha de 0-5 cuando el Marín amenazaba una victoria que cerraron otros dos desde la personal de Monaghan y Peña.