Marc Márquez (Repsol Honda) se proclamó ayer triple campeón del Mundo de MotoGP en el circuito japonés de Motegi y a la hora de definir su título, tras dudar, lo calificó como "el mundial más perseguido, el que más tenía como objetivo".

"La verdad es que no me esperaba para nada ser campeón, pero cuando he cruzado la línea de meta lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido que no habría nada preparado, pero luego he visto a mi hermano y a José en la tercera curva y estaba todo preparado", explicó Márquez.

"Está claro que aquí no regalan nada y al final se cuentan todos los campeonatos y la verdad es que poder decir que tengo cinco campeonatos mundiales con 23 años es una cosa importante, pero tampoco quiero que se frene aquí, quiero seguir con la misma ambición de siempre", señaló el piloto de Repsol sobre sus cinco títulos mundiales.

Jorge Lorenzo (Yamaha), por su parte, admitió sentirse "decepcionado y enfadado con el pequeño error" que cometió y que lo llevó al suelo. Lorenzo dijo tener "ganas de unos neumáticos un poco más seguros con los que evite las caídas". Aún así, el mallorquín felicitó a Márquez por su título y reconoció: "Ha sido el mejor en muchos sentidos, en regularidad, en constancia, en inteligencia, en saber qué hacer en carrera, y en agua ha sabido aguantar encima de la moto y, sobre todo, en carreras en donde tenía problemas con la moto ha sabido aguantar en segunda o tercera posición y así es como se gana el campeonato, ha sido el mejor con diferencia".