Javier Gómez Noya, quíntuple campeón mundial y cuádruple oro europeo de triatlón, recibirá el próximo viernes el premio Princesa de Asturias de los Deportes, que por primera vez en su historia se otorga a un representante de la prueba olímpica que une natación con ciclismo y carrera a pie.

-¿Cómo se encuentra? ¿Ya se entrena normalmente?

-Sí, estoy empezando a entrenar ya, pensando en 2017. El codo no está al cien por cien aún, pero estoy bien. Y contento.

-¿Ya puede nadar, incluso?

-Sí, sí puedo. Nadando me molesta menos el codo que andando en la bicicleta.

-¿Ya decidió cómo será su futuro deportivo? ¿Sigue en las World Series (Mundial) o se pasará al Ironman (larga distancia)?

-En principio, la idea es seguir en el Mundial ITU y también hacer alguna prueba de media distancia. Igual a finales de año me decido a hacer un Ironman, si me quedan ganas. Es algo que decidiré sobre la marcha. Luego, iré decidiendo año a año qué hago: si sigo (en la distancia olímpica) hasta los Juegos de Tokio (en 2020) o si me paso a la larga distancia. Me motiva cualquiera de los dos casos.

-¿Qué recuerda del día de la lesión que lo dejó fuera de los Juegos de Río? ¿Qué pasó por su cabeza en esos momentos?

-Fue una decepción tremenda. Fue algo frustrante, porque fue una caída tonta, en la que no esperaba hacerme el daño que me hice. Todo ello, a un mes de los Juegos. Pero, dentro de la frustración, he podido reponerme bien. Y ya estoy centrado en 2017.

-¿Vio los Juegos por televisión? ¿Qué le pareció la carrera de Copacabana?

-Sí, la vi. Creo que fue según el guión previsto. Con una escapada de poca gente, los Brownlee agresivos, tirando; y el que no se metiera, se quedaba fuera. Luego, al final, no se corrió tan rápido, debido al calor y al desgaste. Y los Brownlee demostraron que eran los más fuertes.

-Mientras la veía, ¿pensaba en que podía estar ahí, luchando por el oro con ellos?

-Tenía asumido que no era posible. Al verla, me di cuenta de que estratégicamente, me hubiera venido muy bien ese tipo de carrera. Pero, para eso, lo primero hay que estar allí.

-En su ausencia, Mario Mola ganó el Mundial y Fernando Alarza el bronce. No estuvo mal, ¿no?

-Sí. Los dos demostraron un nivel altísimo. Y Mario mereció ser campeón del mundo. Fue el más consistente y el que más carreras ganó este año. Se mereció el título.

-La imagen de Alistair ayudando a su hermano Jonathan, dando tumbos, a cruzar la meta en la última prueba del Mundial, en Cozumel (México) dio la vuelta al mundo. Hay quien piensa que tuvieron que ser descalificados. Otros no. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-Es difícil opinar. No los sancionaron, porque Mario ganó el Mundial al final. Pero lo que creo es que es algo peligroso. Aunque, en caliente, igual yo hubiera hecho lo mismo. Nunca se sabe. Lo que tengo claro es que no debe cundir el ejemplo. No me gustaría ver eso en las carreras populares.

-El viernes recogerá, en el Teatro Campoamor de Oviedo, el premio Princesa de Asturias. ¿Qué le suscita este galardón?

-Significa un reconocimiento que va más allá del deporte. Si miras la lista de premiados, es espectacular. Gente con una influencia tremenda, en el deporte y fuera del mismo. Para mí es importantísimo, por supuesto. Pero para el triatlón, también, porque pasa a ser más popular. Y porque gana en prestigio.

-¿Ya eligió el traje para la ceremonia?

-Sí, sí (ríe). Tengo un par de ellos, porque, aparte de la ceremonia, hay otros eventos institucionales a los que asistiré.

-La lista de anteriores premiados en Deportes está llena de grandes estrellas. De ellas, ¿a cuáles admira más?

-Admiro a todos, porque el elenco es tremendo. Me impresionaba Carl Lewis. Pero sobre todo (Haile) Gebrselassie (etíope, doble campeón olímpico de 10.000). Para mí siempre fue un referente, desde pequeño. Por su carisma y su carácter. Le gustaba a todo el mundo. Para mí es un honor recibir el mismo premio que recibió él.

-Solo usted, en toda la historia, festejó cinco títulos. ¿En 2017 celebrará su sexto Mundial?

-Hombre, eso es algo que no se puede decir. Pero voy a luchar por conseguirlo. Intentaré volver a estar al nivel que estaba antes. Quiero aspirar a lo máximo. Y luego será la competición la que me ponga en el sitio en que debo estar.

-Su relación con la federación gallega, ¿en qué momento se encuentra?

-Sigue igual. Yo voy a lo mío. Y ellos, a lo suyo. Ya saben lo que hay.

-Por cierto, el que sí se solidarizó con usted fue su jefe de prensa, el extriatleta Antonio Alix. Se pegó un buen tortazo, ¿no?

-Sí, sí. Se rompió la cadera (al caerse durante la celebración de una competición de la bicicleta). Se hizo una avería importante. Pero ya le va bastante mejor. Y me alegro mucho.