El Giro del centenario, presentado ayer en Milán, mostró su "respeto y amor" por el español Miguel Indurain, dos veces ganador de la carrera rosa (1992 y 1993), quien recordó sus batallas en las carreteras italianas con los ídolos locales de su época, Claudio Chiapucci y el Pirata Marco Pantani.

El recuerdo del Giro en relación al campeón navarro lo resumió el presentador cuando Miguelón subió al escenario del Palacio de Hielo de Milán. "Admiración y amor por Indurain, un caballero cuando ganaba por su respeto al contrario. Tenía rivales, no enemigos". Fueron las palabras que escuchó el también ganador del Tour de Francia en cinco ocasiones.

Indurain, ganador de la ronda italiana dos veces, en un país que adora y cuida a sus campeones, recordó ante la audiencia que es posible compaginar la amistad con la rivalidad deportiva. "Tuve grandes peleas deportivas con ellos, pero luego también había amistad, ya que coincidíamos en muchas carreras, en los hoteles... Yo tenía que correr a mi estilo. Si eras fuerte en contrarreloj, tenías que coger tiempo para defenderlo en la montaña. Trataba de controlar el pelotón y guardar para la subida, donde marcaba mi ritmo", explicó.

Salió a relucir el episodio del Giro de 1994, cuando Indurain sufrió un terrible desfallecimiento en el Mortirolo ante el acoso de Pantani, gran animador y figura de aquella edición, que luego se prolongó en Aprica, donde el español se despidió de la posibilidad de alzarse con la victoria en el que sería su tercer Giro ganado de forma consecutiva.

"Pantani era un gran escalador, explosivo, que luego mejoró en la contrarreloj. No tenía nada que ver con mi estilo. Yo iba a mi ritmo. Recuerdo que se escapó en el Mortirolo, le alcancé bajando y luego no pude comer y sufrí en Aprica cuando atacó de nuevo", comentó el bicampeón español rememorando sus duelos con el pirata.

Preguntado por el significado que tiene el Giro en su trayectoria profesional, Indurain se refirió tanto a sus recuerdos de aficionado como a los intereses que demostraba su equipo en la ronda italiana.

"El Giro era importante para el equipo porque todos los patrocinadores, salvo Banesto, eran italianos: la bicicleta, la ropa, componentes... Era una carrera que seguía por televisión, había visto a campeones como Merckx o Hinault y sentía atracción por las grandes vueltas, y el Giro era una de ellas", concluyó Miguel Indurain en la presentación de un Giro que celebra sus cien años de historia.