Los hermanos Di Benedetto eran una unidad indivisible hasta que este año el mayor, Carlo, decidió mudarse a la ciudad de origen de su madre y fichar por el Liceo. Pero la suerte encuadró en el mismo grupo de la Liga Europea al conjunto verdiblanco con el La Vendéenne y se verán las caras el próximo 26 de noviembre. "Será un partido diferente, porque será la primera vez que me enfrentaré a mis hermanos. Pero dentro de la pista nos olvidaremos que somos familia", asegura el jugador, que aunque reconoce que le costó adaptarse a su nueva realidad hockística -"aquí, todo lo que pasa en la pista está trabajado"-, se siente uno más del equipo con el que espera ganar más títulos.