Tras quince horas de viaje en avión entre Chile y Barcelona, Cata Flores (Santiago de Chile, 1999) durmió una siesta y se fue para Terrasa para contribuir en la victoria de su nuevo equipo, el Liceo. Con ya una semana de adaptación, debutó el pasado domingo ante su afición en la derrota frente al Voltregá. La máxima goleadora del pasado Mundial luce el verdiblanco con orgullo y espera aportar su experiencia y seguridad para ayudar a la permanencia. Porque este año, el del debut en la OK Liga femenina, será de prueba pero si la pasan, avisa que, por lo que está viendo de sus compañeras, tienen potencial para ir a por todas.

-¿Cómo está siendo la adaptación a su nueva ciudad y equipo?

-Va todo bien porque mis compañeras me recibieron muy bien. Somos un equipo muy lindo, como yo digo. Ahora estoy en el proceso de irme aprendiendo las jugadas, tratando de acoplarme al estilo de juego, que es diferente al que tenía en la selección de Chile. Bueno, aún tengo también un poco de caos con los horarios. Al principio tenía mucho sueño, pero poco a poco he ido recuperándome.

-Es que se dio una buena paliza al irse a jugar casi directa tras su aterrizaje después de un vuelo desde Chile.

-Llegué por la mañana, dormí una siesta de dos horas y me desperté que no sabía ni dónde estaba y ya me fui a jugar.

-¿Qué pensaba en ese vuelo?

-Se me pasaba por la cabeza que no tenía referencias de mis nuevas compañeras. Durante el verano estuve muy centrada en el Mundial y después todo sucedió muy rápido. No tuve tiempo de buscar quiénes eran. Conocía el club, que era uno de los grandes. Incluso vi con mis compañeras de la selección chilena la final de la Supercopa de España en la que el equipo masculino se proclamó campeón. Pero de las chicas no sabía nada.

-¿Le sorprendieron?

-Muchísimo. Al ser un equipo recién ascendido, que el año pasado no estaba en la OK Liga, pensé que sería más flojito y que no sabrían tanto del juego. Pero me di cuenta pronto que caí en buen lugar. Son muy buenas y tenemos un equipazo. Además es un grupo joven con toda la ilusión de crecer.

-¿Qué puede aportar Cata Flores en ese grupo?

-Yo creo que la seguridad y la experiencia de ya haber disputado una temporada la OK Liga y dos Mundiales.

-Viene precisamente de participar en el Mundial que se celebró en su país y del que fue la máxima realizadora con 12 goles. ¿Cómo fue esa experiencia?

-En 2014 en Francia nos habíamos clasificado terceras y queríamos estar de nuevo entre las tres mejores selecciones del mundo. Pero en cuartos de final nos dejaron afuera con un gol de oro cuando teníamos equipo de sobra para haber llegado más lejos. Muy feliz en lo personal por ser la máxima goleadora porque además con 17 años me quedan muchos Mundiales por disputar. Pero hubiese sido mejor si el equipo hubiera logrado su objetivo.

-¿Quiénes han sido sus referentes en el hockey?

-Cuando era pequeña me fijaba mucho en las jugadoras chilenas, sobre todo en Fernanda Urrea y Pancha Puertas. Pero sobre todo mi padre, que ha sido siempre mi entrenador, y mi hermano. Ellos lo han sido todo para mí.

-¿Qué le dijeron ellos cuando recibió la oferta del Liceo?

-Que no me lo pensara ni un segundo porque el Liceo es un club grande, con mucha historia, y que no iba a inscribirse en la OK Liga solo para participar.

-¿Es posible la permanencia?

-Este año es de prueba. Si la pasamos, el año que viene iremos a por todas. Es lo que me dijo el presidente cuando llegué al club. El Liceo está para hacer historia.

-Así que espera estar aquí muchos años más.

-Yo espero que sí.

-El domingo juegan en Rivas. ¿Es un partido muy importante de cara a lograr el objetivo?

-Sí, para mí uno de los más importantes porque somos dos equipos recién ascendidos a la OK Liga femenina y tenemos que conseguir los tres puntos sí o sí.

-El Voltregá acabó con su condición de invictas al ganarles por 0-5. ¿Se pudo hacer algo más?

-Para mí el Voltregá es el mejor equipo y lo ha demostrado al ser campeón de liga y de Europa. A nosotras las cosas no nos salieron bien, pero llevábamos solo una semana entrenando juntas y todavía nos estamos acoplando. A la vuelta el resultado va a ser otro. No es imposible ganarle. Solo tenemos que seguir entrenando.