Nico Rosberg inscribió su nombre como trigésimo tercer campeón del Mundial de Fórmula 1, convirtiéndose en el tercer piloto alemán en conseguirlo tras Michael Schumacher y Sebastian Vettel, y en el segundo campeón hijo de campeón. El primero fue el inglés Damon Hill, que ganó el campeonato en 1996 emulando a su padre Graham, campeón en 1962 y 1968. Nico sucede a su padre Keke, vencedor en 1982 a los mandos de un Williams, la escudería en la que él comenzó su andadura en el circo. Sobre la carrera que le dio el título declaró que la sensación que tuvo en su enfrentamiento con Verstappen fue "horrible" y que espera no repetir esa experiencia en mucho tiempo. Rosberg comentaba que sentía "toda la presión" y que al estar Hamilton delante había sido "muy duro". "Lo conseguimos", le dijo a su mujer por la radio nada más acabar la carrera.

Nacido en Wiesbaden hace 31 años, Nico Rosberg obtuvo con un segundo puesto en Singapur 2008 su mejor puesto en el trienio vivido en Williams (2006-2009), para pasar en 2010 a Mercedes formando pareja con el Kaiser Schumacher, que regresaba a la competición tras haberse retirado en 2006 después de haber cedido el título los dos últimos años ante el asturiano Fernando Alonso, entonces piloto de Renault.

Las dos primeras temporadas las cerró Nico Rosberg sin victorias con las flechas de plata, pues no fue hasta 2012 cuando ganaba su primera carrera en el Gran Premio de China, en Shanghai. A la campaña siguiente conseguiría otras dos: en Mónaco, donde tiene fijada su residencia, y en el circuito británico de Silverstone.

En 2014, ya con Lewis Hamilton como compañero de garaje, firmó su primer subcampeonato por detrás del piloto inglés. Nico sumó ese año cinco victorias y diez segundos puestos, y al igual que ahora el campeonato se decidiría en la última carrera, en Abu Dabi, gracias a que ese año, por primera y última vez, la cita final de la temporada puntuaba doble. Una regla muy discutida y que, por tal motivo, fue revocada, pero que no influyó en que tuviese que ceder el título a su compañero Lewis Hamilton.

En 2015 Nico Rosberg mejora sus números y gana seis carreras, pero el resultado final de la temporada sería el mismo que en 2015: un segundo puesto tras Hamilton, que lograba la que era su tercera corona con gran facilidad pues la había asegurado matemáticamente a falta de tres carreras para la conclusión del certamen.

Políglota que pasa temporadas en la isla balear de Ibiza y habla de forma correcta el castellano, Nico Rosberg supo ser paciente y en esta ocasión no dejó escapar su oportunidad. Ganó las cuatro primeras carreras de la temporada, en Australia, Bahrein, China y Rusia; y llegó a tener 43 puntos de ventaja. Siempre que un piloto había ganado las cuatro primeras carreras había acabado el año como campeón, pero Hamilton no tardó en reaccionar, ganando en Mónaco y Montreal, y la renta que había alcanzado los 43 puntos quedaba reducida a 19 al llegarse al parón veraniego.

Hamilton parecía lanzado, pero Nico supo reponerse y ganó las tres primeras carreras tras el parón de agosto: en Bélgica, Italia y Singapur. Saboreó como un triunfo el tercer puesto de Malasia, donde abandonó Hamilton (abandono que resultaría clave en el desarrollo del campeonato), antes de ganar en Suzuka un Gran Premio de Japón en el que Mercedes festejó su tercer Mundial seguido de constructores y el alemán incrementó entonces hasta los 33 puntos su ventaja cuando quedaban cuatro carreras por disputarse.

El título parecía entonces decidido, pues a Rosberg le valía con vigilar el rebufo del monoplaza de Hamilton para lograr la corona. Y supo templar los nervios y aguantar el contraataque final del británico. La ventaja menguaba con cada triunfo de Lewis, pero a cada victoria de éste en la recta final del año respondía el germano con una segunda plaza. Así sucedió en Austin, sede del Gran Premio de Estados Unidos, en México y en São Paulo (Brasil).

La ventaja pasó de 33 puntos a 12. A Nico, así las cosas, le valía con una tercera plaza en Abu Dabi, en el circuito de Yas Marina, para ganar el título. Supo aguantar la presión y la fortaleza de su Mercedes hizo el resto. Respondió a la nueva victoria de Hamilton con otro segundo puesto y salía de la capital de los Emiratos Árabes Unidos con la corona que su padre ya había ganado 34 años antes.