La medalla de bronce en el Open de París relanza a José Fernández en el panorama internacional del taekwondo. Y eso que el botín del sadense en la categoría de menos de 74 kilos pudo haber sido mayor. "Dominé casi todo el combate de semifinales, pero cometí un error en los últimos segundos que me costó la derrota. Podría haber luchado por la final e incluso por haber ganado. Me queda esa espina, pero no me voy a quejar. Estoy muy contento por el rendimiento de todo el campeonato", resume sobre su participación en la capital francesa. Allí también tuvo protagonismo otra coruñesa, Sara García, que se quedó a las puertas del podio en menos de 57 kilos al perder en cuartos después de que la oleirense hubiese eliminado a la número uno del cuadro. "Hizo un gran esfuerzo pero no le contaron un punto a la cabeza que decantó el combate", analiza su entrenadora en el Dobok Meri Suárez. Dos resultados que les ayudarán a seguir en lo alto en sus próximos objetivos: el Campeonato de España por clubes -el Natural Sport de Fernández lleva nueve títulos consecutivos- y el de Autonomías.

La juventud de ella (19 años) contrasta con la experiencia de él (26). "Los hay mayores, pero sí, ya se me puede considerar un veterano", bromea Fernández. Lleva muchos años en la elite y nunca se ha rendido. "A medida que vas creciendo tienes que ir compaginando el deporte con otras facetas de la vida, como incorporarse al mercado laboral. Hay momentos que es más fácil darse por vencido y ceder. Yo tengo la suerte de poder seguir haciendo lo que me apasiona con mucho esfuerzo y trabajo", relata. Ni las lesiones, como la grave de rodilla que sufrió en 2013. "Me pasé un año y medio luchando simplemente por volver a dar otra patada. Pero me generaba ilusión que con mi esfuerzo puedo estar de nuevo en la elite", recuerda. La realización personal le ha ayudado en su camino. Pero también tiene un arma secreta, su hermano Juan, también taekwondista y dos años mayor que él: "Si no nos tuviéramos el uno al otro todo sería más complicado".

Alternativa a la plata olímpica

También tiene una relación especial familiar Sara García en el mundo del taekwondo pues su madre Meri Suárez es su entrenadora. De la mano de su progenitora en los últimos años, ha ido subiendo escalones hasta proclamarse campeona de España absoluta el año pasado. Ahora busca proyección internacional y ya entra en la agenda de la selección, con la que participará en una concentración de una semana en Barcelona. "Está muy contenta porque va por el buen camino. Solo tiene 19 años y la suya es una categoría muy complicada, con gente con mucho rodaje y experiencia", comenta Suárez. Sin ir más lejos, a nivel nacional ya tendrá a una dura rival porque compite en el mismo peso que Eva Calvo, la subcampeona olímpica en Río 2016, aunque todavía no saben si se presentará al Campeonato de España por clubes y el peso que elegirá para hacerlo. "El objetivo es consolidarse, hacer un huevo a nivel internacional y creérselo. Ya se empieza a dar cuenta de que es posible estar ahí", continúa la preparadora del Dobok. "Está ilusionado con trabajar por estar ahí y ser una de las opciones para estar en el Mundial. No se va a desbancar a una plata olímpica de la noche a la mañana, pero se ilusiona simplemente con estar ahí", concluye.