James Rodríguez volvió a reivindicar su figura con un doblete y una actuación completa y lideró al Madrid que goleó por 3-0 a un Sevilla que equivocó sus cartas.

Los blancos ponen un pie en cuartos de la Copa del Rey y de paso se extiende el récord de Zinedine Zidane a 38 partidos sin conocer la derrota, con lo que el sábado ante el Granada puede igualar al Barcelona de Luis Enrique.

James y otro nutrido grupo de jugadores demostraron que se puede contar con ellos y que ofrecen garantías plenas, guiados por la batuta de Toni Kroos y Luka Modric.

Sobre todo el colombiano, que encontró y aprovechó su nueva oportunidad. Sampaoli también innovó. Quiso fortalecer la medular. Pero la presión alta del Madrid unida a un actitud demasiado contemplativa concedió el mando autoritario a los locales.

El comienzo de los madridistas fue brillante y encontraron premio con un magnífico gol de James, quien enganchó un tremendo disparo. Con el Sevilla como alma en pena, sin defender ni atacar, la apisonadora madridista fue imparable y rozó la goleada. Una media chilena del croata Luka Modric y un remate sin parar del brasileño Marcelo fueron la antesala del 2-0, obra de Varane a la salida de un córner. Culminaba una media hora pletórica.

Casilla también volvió a mostrar su valía y fue clave cuando el Sevilla comenzó a despertar, cabreados con polémicas decisiones arbitrales. Pese a todo, antes del descanso James hizo el 3-0 y puso prácticamente la puntilla a la eliminatoria. En la segunda parte el Madrid se conformó con lo que tenía y el Sevilla no fue capaz de mover ficha.