El empate a cero con el que concluyó el partido del Benito Villamarín le sirvió de poco al Betis en el objetivo de mirar a zonas mas altas de la tabla, y menos al Sporting, en el debut de Joan Francesc Ferrer, Rubi, en el banquillo, en su misión de iniciar la escalada desde el descenso.

La pretendida reacción gijonesa se quedó a medias con un punto y poco fútbol ante un Betis también muy despistado y sin recursos en el ataque.

Salieron los asturianos con esa intensidad extra que parece que toman los equipos cuando cambian de entrenador, después de que Abelardo dejara el banquillo esta misma semana.

El Betis tomó el mando del partido y se preveía que el tanto llegaría del lado local, como en un buen remate de cabeza del defensa holandés Ryan Donk ya rebasada la media hora, pero se llegó al descanso con el empate a cero inicial.

En la segunda parte se mantuvo la tónica de pocas ocasiones e igualdad en el marcador.