Lo suyo es una revolución. Porque pocos equipos pueden presumir de pasar de jugar en la segunda división a ascender a la máxima categoría y ganar la Copa, todo con apenas unos meses de diferencia. Es lo que le ha pasado al Dornbirn de la mano de los coruñeses Jesús Gende desde el banquillo, Ángel Mirantes en la portería y David Rodríguez como jugadorJesús GendeÁngel MirantesDavid Rodríguez. El equipo austríaco pasó de marcar solo dos goles en toda una temporada en su anterior aventura en la LNA helvética, hace ocho años, a resurgir con el ascenso logrado la temporada pasada y a hacer historia con el título de la Copa suiza del pasado fin de semana. Contra todo pronóstico pero con la autoridad de dejar por el camino al vigente campeón, el Diessbach, al que eliminaron en la segunda ronda, y ganar a los dos favoritos en la final a cuatro, al Uri en las semifinales y al Geneve en la final. A ambos después de prórroga y en la tanda de penaltis. Un sufrimiento que valió la pena.

"Para nosotros, como recién ascendidos, ya era un premio estar en la final a cuatro. Y los favoritos eran el Uri y el Geneve. Lo único que les dije a los chicos fue que se mantuviesen siempre en el partido, hasta el final. Y así lo conseguimos. El Uri nos había ganado hacía unas semanas por 7-1 y terminamos pasando en los penaltis. Y en la final fuimos perdiendo de hasta dos goles y metimos el 5-5 a falta de un minuto. Después, prórroga y penaltis y campeones", relata Gende, que todavía suspira emocionado y aliviado al recordar el sufrimiento con final feliz para su equipo.

"Este año ya habíamos hecho historia al ganar nuestro primer partido fuera de casa en competición europea, aunque después perdimos en casa. Pero lo de la Copa es mucho más, la gente no se lo acaba de creer porque era impensable. Es un éxito para el club y algo histórico para el hockey de Austria", señala el técnico, exjugador del Liceo y del Cerceda. Precisamente, hasta el año pasado compaginaba sus minutos sobre la pista con la función de entrenador, pero para esta temporada decidió que su sitio estaba ya definitivamente detrás de la valla, en el banquillo. Para suplir su baja llegó el asturiano Alberto Gómez, "un acierto de fichaje" a todos los niveles.

Los resultados avalan la trayectoria de Gende. El Dornbirn no ha hecho más que crecer desde su llegada hace tres años, como también lo había hecho antes con otro coruñés, Marcos Rey, que puso los primeros cimientosMarcos Rey. Su filosofía es clara: trabajo y humildad. "Si hacemos las cosas bien y trabajamos, seremos un equipo correoso y difícil de ganar. Pero si nos lo creemos, cualquiera nos puede ganar", afirma. Con esto, y a pesar de su condición de foráneo, su equipo se está ganando el respeto de la liga suiza, que después de las tres grandes en Europa, la española, la portuguesa y la italiana, pugna con la francesa por confirmarse como una alternativa. "Ahora nos quedará lo más difícil, mantener esta línea. El objetivo es la permanencia y aunque la llevamos bien encarrilada, no quiero confiarme", concluye Gende, que no descarta aspirar a más desde que tenga la salvación en el bolsillo. Más sorpresas. Bienvenidas sean.