Fin de la buena racha. El Leyma Coruña vio frenada su ambición ayer ante un Ourense (81-71) que tampoco hizo demasiados méritos pero sí supo aprovechar los errores del rival para tomar ventaja y adjudicarse el derbi.

La igualdad fue total en el primer cuarto. Basta con repasar el luminoso, que marcó las tablas hasta en cinco ocasiones (2-2, 4-4, 10-10, 12-12 y 14-14). Salió Zyle muy enganchado para impulsar al Leyma pero los triples de Hittle y Díaz permitieron al COB seguir el ritmo de los naranjas.

Empezó a cambiar el guión antes del descanso. Anotó Kapelan desde la línea de 6.75 en dos ocasiones casi consecutivas pero Monaghan no dudó en calentar muñeca y se atrevió con los lanzamientos exteriores para dar alternativas a su grupo. Se sumaron Olmos y Creus al ataque, lo que obligó a Gonzalo García de Vitoria a pedir un tiempo muerto para evitar la arrancada coruñesa (22-23). Ese pequeño parón tuvo su efecto, pues el Leyma vio más dificultades para correr por toda la pista, incapaz de aumentar la ventaja en el marcador de manera peligrosa.

Sí entró al descanso, no obstante, con un paso por delante (29-32). En su mano estaba seguir controlando la situación en la segunda mitad. Pero lo que no podían manejar Tito Díaz y los suyos era la disposición de los ourensanos. Guerra se lanzó a por todas en la reanudación y volvió a ser misión imposible escapar con más de dos puntos de diferencia. Díaz optó por los triples para dar aire a un Ourense que a medida que el tiempo corría se sentía más cómodo sobre su pista. El base canario se lo guisó y se lo comió, colocando un 58-50 muy ilusionante para los locales.

La candidatura del COB al triunfo se confirmó en los últimos diez minutos. Diez arriba, la pelota llegaba fácil a Mitrovic y Guerra, a los que no les costaba superar a la defensa naranja. Apareció el capitán Ángel Hernández para poner orden (66-60), pero había mucho que mejorar si el Leyma quería llevarse algo positivo de su visita a Ourense.

Y eso que el rival tampoco estaba haciendo un gran trabajo, pero sí aprovechó los errores naranjas, suficiente para dominar en el marcador. Con eso, llega y sobra. Así que solo tuvo que reforzar su defensa para no perder la ventaja que había trabajado previamente. Peleó el Leyma, como siempre hace, pero de nada le sirvió. Tan solo maquilló el resultado (81-71). Vuelve a casa sin derbi y con una derrota que le coloca en la sexta posición.