Aida Vieites (A Coruña, 1987) no puede evitar emocionarse al hablar de su adiós al patinaje profesional. Tras ser quinta en el Mundial Mundial y con una lesión en el pie, cree que es el mejor momento para despedirse de la competición. Asegura que no se quitará los patines, ya que seguirá en el Maxia transmitiendo su experiencia a las jóvenes promesas.

-¿Cómo llegó a la decisión de poner punto y final a su carrera como patinadora profesional?

-Llevo un tiempo meditándolo y pensándolo mucho. Desde que volví del Mundial empecé a darle vueltas y no era capaz de decirlo abiertamente, tan solo lo había hablado con mi entrenadora -Rosa García- y la familia cercana.

-¿Por qué ayer decidió hacerlo público?

-Pues no lo sé. Lo estuve alargando porque no me encontraba con la seguridad de decir "venga, sí, ahora". Estaba un poco en el limbo de no saber qué hacer y me costó mucho.

-¿Estaba entrenando hasta ahora?

-Hace dos o tres semanas paré pero yo quiero seguir patinando igual. No con la misma intensidad de competir porque tengo una lesión importante en un pie y ese ritmo de entrenamiento no lo puedo llevar.

-¿Fue ese el detonante de su retirada?

-Sí. Eso me dio más pie a querer dejarlo. Necesito una exigencia de entrenamiento muy grande para volver a llegar a un nivel de un Mundial y yo me veía que no llegaba. Preferí dejarlo así, en un buen momento, por miedo a tener una temporada peor, que aguante el dolor pero al final no llegue. También tengo una edad pero bueno si no tuviese inconveniente a lo mejor seguiría.

-¿Ha sido una temporada perfecta?

-Casi. El inicio fue bastante duro. Antes del Campeonato de España tuve que parar casi tres semanas y eso es mucho tiempo. Ya me vi en una situación diferente. Tú tienes nervios por clasificarte pero no es esa presión de decir "quiero entrenar y no puedo" o "quiero hacer estas horas y el pie no me aguanta". Es cierto que el Mundial fue buenísimo y cuando volví dije "a lo mejor tengo que dejarlo ahora".

-¿Le ayudó su entrenadora a la hora de tomar la decisión?

-Sí. Al final es una decisión mía pero ella en estos últimos tres años sabía por lo que estaba pasando yo. Ella me decía esta última temporada que lo veía complicado. Se ponía en mi piel, siempre fue realista. Lo mismo que hace tres años, antes del primer Mundial, me dijo "sigue". Sí que necesitaba el apoyo de ella para saber cómo hacerlo.

-¿Con qué momento se queda de toda su carrera?

-El Mundial de Reus de 2014. Fue la primera vez que me vi con las mejores. Fue muy impactante. Además, salió todo bien y me sentí muy arropada.

-¿Seguirá ligada al patinaje?

-Por supuesto, quiero patinar y seguir haciendo exhibiciones si puedo. Quiero mantenerme en forma y en buen nivel. Seguiré yendo a los entrenamientos para ayudar al club con las niñas. Lo que más impresión me da es el hecho de que no voy a estar patinando... Pero intentaré aportar lo máximo posible al patinaje, al nivel que sea.

-Quiere enseñar, ¿pero aún le queda algo por aprender?

-Sí. Ahora el patinaje está cambiando mucho. Es más visual, más parecido al hielo. Ha cambiado la manera de puntuar y patinar. Son cosas nuevas que yo no vi.

-La gente se ha volcado por redes sociales tras el anuncio de su retirada, ¿le ayuda a hacer la situación más llevadera?

-Claro, aunque cada vez que abro un mensaje en Facebook me emociono. Soy muy cercana y la gente que me conoce sabe cómo me siento. Son muchas sensaciones y me alegro de poder explicarlo en internet. Es mi agradecimiento hacia todos los que me ayudaron.