El Clavijo sorprende al Leyma en su terreno y se adjudica una importante victoria (62-71) que cimentó justo antes del descanso. Tuvo la oportunidad de remontar el conjunto local, pero se quedó en un intento.

Parecía en el arranque que se iba a repetir la misma historia de Ourense. Errores de Olmos en canastas fáciles, huecos en defensa y un rival algo más enganchado sobre la pista. Cambió rápido de actitud el Leyma, evitando que los despistes le condenasen demasiado pronto. Apareció Garrido con un triple pero eso no fue suficiente para asustar a lo naranjas. El base catalán, imparable, desquició a un conjunto coruñés que daba la cara con Zyle, Djuran y Olmos para igualar el marcador hasta en cuatro ocasiones en el primer cuarto (8-8, 10-10, 12-12, 15-15).

Ya en los segundos diez minutos le tocó debutar a un Justin Johnson que ilusionó a la afición con alguna viguería. Podía ser el momento del empujón del Leyma, que abrió el cuarto con un triple obra de Djuran, pero el Clavijo tenía un as en la manga. Bastante imprevisible, además, porque fue Alberto Martín el que se cargó el equipo a su espalda y anotó once puntos en apenas siete minutos. El descanso llegó cuando más lo necesitaba el equipo local, que recibió un doloroso 2-18. Le tocaba mostrar en la reanudación que todavía no estaba ko (31-45).

Tito Díaz salió del vestuario con las manos en alto, pidiendo al público que se convirtiese en un sexto jugador muy necesario. Le sirvió al Leyma para espabilar, aunque era difícil cazar a un rival que no se encontraba con el aro, solo con la red. Djuran siguió acertando con los triples y Monaghan se multiplicó en la pista para tirar de los naranjas. Sin embargo, Ruiz de Galarreta y Garrido seguían sumando puntos, lo que no daba margen para acercarse al rival y abrir el partido. Parecía imposible que la diferencia entre ambos disminuyese de los diez puntos (44-54). Los hombres de Tito Díaz quisieron dejar claro, una vez más, que nunca se rinden. Fortalecieron la defensa y tuvieron la oportunidad de hacer notar su aliento en la nuca del rival. No entraron las canastas y el árbitro no pitó pasos en una acción de Kupsas al final del tercer tiempo (49-58). Y Olmos quejándose de la rodilla. Más difícil todavía.

En cinco minutos, tan solo el triple de Creus y una canasta de Bonifant (52-61). Ambos equipos trataban de no cometer errores. Uno quería aferrarse al triunfo, el otro buscar la remontada sin descuidar la defensa. Los lanzamientos exteriores de Sabonis, que podían dar vida al Leyma, salieron escupidos por el aro. El golpe ya se materializaba, mientras los naranjas trataban de maquillar el resultado para no quedarse con una anotación tan pobre. Solo fue peor la conseguida en Melilla, cuando el marcador se cerró con un 63-55. Ayer, el Clavijo le pasó por encima con un 62-71 final. Una derrota que le obliga a sumar en la próxima salida si quiere seguir con opciones de hacerse con el factor cancha del play off. Aún queda mucho que remar.