Semifinales de la Copa del Rey. Tanda de penaltis entre el Liceo y el Barcelona. Barroso falla el primer lanzamiento para los azulgranas. Marc Coy anota para los verdiblancos. Pero los árbitros mandan repetir porque dicen que el jugador del conjunto coruñés se ha adelantado. Al segundo intento, falla. Después Panadero y Bargalló acertaron por el bando culé, fallaron Pérez, Torres y Carballeira y el Barcelona se clasificó para la final y el Liceo se volvió a quedar con la miel en los labios. La polémica estaba servida. ¿Tenía o no tenía levantada la mano el árbitro cuando Coy chuta el penalti? Este vídeo de la página HockeyGlobal tiene la respuesta.

El árbitro no tiene la mano levantada. Pero pese a ello sigue la polémica y el debate. El propio Coy explicó en redes sociales que los colegiados dicen que cuando inician el movimiento del brazo, ya se puede tirar, y que todo estaba preparado y que le despistó un amago del árbitro, que se llevó en ese momento la mano al silbato. También intervino en el debate Sergi Miras, exjugador del Liceo y un gran especialista en los lanzamientos de pena máxima, que dijo que había sido un error del árbitro, que no puede hacer ese amago cuando el delantero está con concentración máxima a punto de lanzar el penalti.

Sea como sea, parece que la polémica nunca abandona los partidos del Liceo contra el Barcelona. Además, uno de los árbitros, Toni Ribó, es el mismo que en el Palau Blaugrana obligó a sentarse en el banquillo a Xavi MaliánPalau Blaugrana Xavi Malián antes de un lanzamiento de falta directa por acercarse a la valla a hablar con Carlos Gil. Un gesto habitual entre los porteros y una decisión insólita que marcó el devenir de ese partido, que terminó con victoria local por 2-1.

Después el Barcelona se proclamó ayer campeón al derrotar al Reus por 4-3. El gol de la victoria fue un penalti transformado por Pau Bargalló en el último minuto del partido. Por lo que la polémica no dejó de acompañar a los azulgranas.

El propio Bargalló, ex del Liceo y hermano menor de Jordi Bargalló, fue el que abrió el marcador de la final a los siete minutos de juego. Matías Pascual, otro que pasó por las filas verdiblancas, hizo el segundo. Raúl Marín, que falló una directa, marcó el 2-1 para mandar con vida a los suyos al descanso.

El duelo, muy intenso, se resolvió en los últimos diez minutos. Empató Casanovas, Bargalló volvió a poner por delante al Barcelona y Raúl Marín, con una genialidad, ponía el 3-3 a 80 segundos del final. Cuando parecía que la final se iría la prórroga, el penalti decidió.