Dos goles del francés Antoine Griezmann y uno de Kevin Gameiro solventaron un triunfo indispensable del Atlético de Madrid, contundente en el juego y en el marcador, y retomaron la cuarta plaza de la clasificación frente al Valencia, doblegado sin discusión en el estadio Vicente Calderón (3-0).

El conjunto rojiblanco fue superior y práctico. Tenía muy claro qué quería y cómo buscarlo. Lo encarriló muy pronto, en el minuto 9, lo sentenció nada más comenzar la segunda parte y tuvo oportunidades para una goleada mayor, sin respuesta de su rival.

Le ganó sin dudas el Atlético, que no jugaba sólo contra el Valencia. También contra la presión por detrás de la Real Sociedad y el Villarreal y la irregularidad que ha mermado sus aspiraciones en esta Liga. Variado el objetivo, fuera de la Liga y alejado del tercer puesto, el equipo rojiblanco enfoca ahora a la cuarta plaza. De nuevo es suya, desde el estupendo contragolpe que le puso en ventaja. En el minuto 9, después de un inicio potente del equipo y con una ejecución imparable de Koke y Griezmann. El primero como conductor y pasador; el segundo por su fenomenal desmarque diagonal y su certero zurdazo para batir a Diego Alves.

Al Valencia no le dio para debatir nunca el triunfo del Atlético, mucho menos después, cuando la simple puesta en escena del segundo tiempo intuyó otro gol del Atlético. A la primera, el toque de Mangala desvío lo justo un tiro de Yannick Carrasco; a la segunda, la intervención del central fue insuficiente para cortar el destino del tiro con el interior del pie derecho de Kevin Gameiro: el 2-0, en el minuto 47.

La respuesta del Valencia fue una vaselina desde tres cuartos de campo de Munir. Nada más. Y nada inquietante para el Atlético, que encontró todas las facilidades del mundo en la defensa visitante después y que transformó en el tramo final un triunfo cómodo en una goleada incontestable con el 3-0 de Griezmann ante Diego Alves.