El Municipal de Alaró, tristemente célebre desde el pasado domingo por la batalla campal que protagonizaron padres del club local y del Collerense en un partido de infantiles, vivió un serio incidente tres semanas antes. Esta vez con jugadores y aficionados del Andratx juvenil de segunda regional.

Un escrito del club andritxol dirigido al Comité de Árbitros describe momentos de pánico después del encuentro disputado el 1 de marzo y reclama medidas disciplinarias contra el club de Es Raiguer.

"Durante el encuentro, hubo una serie de aficionados que se dedicaron a insultar a los jugadores de nuestro club, y que continuaban allí finalizado el encuentro. Cuando salieron los dos primeros jugadores del Andratx del vestuario, comenzaron a increparles y a insultarles (...)", denuncia el escrito al que ha tenido acceso DIARIO de MALLORCA.

"Estos dos jugadores continuaban hacia la zona donde se situaban sus padres, y cuando se dieron cuenta tenían a cinco personas que iban hacia ellos con la intención clara de golpear, cosa que fue así (...). Del vestuario local sí salieron varios jugadores (la mayoría sin estar vestidos al completo al salir de la ducha), los cuales empezaron a atacar también a los padres y aficionados andritxoles (que no eran más de ocho), llegando a acumular casi 30 personas. Prácticamente había cinco personas por cada una del Andratx, que intentaron en todo momento defenderse sin golpear", continúa.

En el escrito se denuncia que nadie del Alaró actuó para calmar los ánimos, por lo que un miembro de la expedición del Andratx tuvo que llamar a la policía. "Cuando llegó, continuaban algunos aficionados con ganas de continuar, llegando a mover un coche con personas dentro, en forma de amenaza (...)", sigue el relato de los hechos.

"Los jugadores salieron del vestuario minutos después todos juntos, bordeando el campo para no pasar por delante de esos aficionados, y tras insultos pudieron llegar al coche y abandonar aquel infierno que se convirtió para los padres de nuestros jugadores. Los cuales algunos tienen daños físicos", sentencia el Andratx.

El club denunciante termina el comunicado mostrando su "indignación" con el Alaró por "su poca preocupación para acabar con la situación que se estaba viviendo".

El escrito también critica al colegiado del encuentro porque no reflejó ninguno de estos incidentes en el acta pese a que, asegura, fue testigo de ellos.