El Maristas se proclamó ayer campeón de su grupo de Primera Nacional femenina por primera vez en su historia al arrollar al Ascensores Tresa, segundo clasificado, por 92-70. Ante una plantilla con jugadoras internacionales que ya le había ganado dos veces este curso, las coruñesas rozaron la perfección para seguir invictas en casa. El conjunto colegial basó su victoria en su vertiginoso ritmo de juego y en su mayor fondo de armario, además de que estuvo muy acertado de cara a canasta.

Aunque otros años el campeón se clasificaba directamente para la fase de ascenso, éste el camino será más largo. Al conjunto dirigido por Fernando Buendía le queda por delante una eliminatoria de play off de ida y vuelta contra el último clasificado de su grupo, un mejor cruce que sí se ganó al ser primero. Si pasa, aún tendrá otra criba, una final a cuatro con dos billetes en juego para la fase de ascenso a Liga Femenina 2, último objetivo de las coruñesas, junto a los mejores equipos del País Vasco y Navarra. Viaje largo al que llega con la moral por las nubes pero con su lema de humildad de siempre.