Rafa Nadal aseguró este domingo, después de su derrota ante el suizo Roger Federer en la final del Masters 1000 de Miami que el encuentro fue más "ajustado" de lo que el marcador reflejó y que no tuvo "mucha suerte" en el primer set, cuando desperdició puntos de rotura que fueron claves para él.

El balear cayó por 6-3 y 6-4 en la que fue su quinta final perdida en la pista dura de Miami, pero dijo que pudo haber ganado el primer set "tranquilamente" y que la diferencia con el suizo se redujo respecto a su cruce en Indian Wells.

Para el español, la final se decidió por "unos cuantos puntos, nada más", y apuntó como factor decisivo a la dinámica ganadora de Federer, un jugador con "gran confianza".

"Todo cae de su lado", recalcó un Nadal que añadió que conoce esa sensación.

Nadal se mostró positivo por haber llegado tan lejos en el torneo, lo que le da "muchos puntos para la parte más importante de la temporada, que empieza ahora".

El nuevo número cinco del mundo después del torneo de Miami, insistió en que está "jugando lo suficientemente bien" para ganar títulos y que, aunque ha caído en tres finales este año, está "cerca" de lograr un triunfo.

El español, que hizo "cambios" en su juego de cara a la final de Miami, se marcha "satisfecho" y consideró que tuvo un "buen torneo" antes de que empiece la temporada de tierra, más "favorable" para él.

"Soy el segundo con la dinámica más buena, necesito ganar y consolidarlo", dijo Nadal, que no obstante insistió en que "no sabe" si es candidato a ganar Roland Garros, campeonato que ha alcanzado en nueve ocasiones, y que de momento no está "pensando" en ello.

Hasta entonces quiere centrarse en la transición a tierra y los próximos cuatro torneos que disputará antes de llegar a París.