La Federación Portuguesa de Fútbol ha iniciado una investigación para esclarecer la acción de un jugador de regional que este domingo dio un puñetazo en el minuto 2 a un defensa rival y, tras ser expulsado, propinó un rodillazo al árbitro en la nariz, por lo que fue hospitalizado por fractura nasal.

El Canelas, formado por varios miembros de los hinchas más ultras del Oporto, había dado creado polémica desde principios de liga ya que muchos equipos habían renunciado a enfrentarse a ellos, alegando miedo e intimidación.

Se trataba del partido que enfrentaba al Rio Tinto y al Canelas-2010, que pertenecen al grupo regional (denominada División de Elite en Portugal) del distrito de Oporto. Con fuertes medidas de seguridad, el partido sólo duró dos minutos, momento en el que el delantero del Canelas Marco Gonçalves decidió propinar un derechazo al defensa rival. El árbitro, que se percató de lo ocurrido, corrió hacia el agresor y le mostró la cartulina roja.

En ese instante, el expulsado lo agarró de la cabeza y le propinó un rodillazo en la cara, por lo que el colegiado, José Rodrigues, cayó al suelo. Más tarde, tras recuperar la consciencia, tuvo que ser trasladado al hospital Sao Joao de Oporto.

Antes de que ingresaran en el terreno de juego las asistencias médicas, las fuerzas de seguridad ya estaban en el campo y, según publican hoy algunos diarios lusos, el agresor fue detenido en el mismo terreno de juego.

Desde la Federación Portuguesa de Fútbol han solicitado con urgencia a la delegación federativa de Oporto (AF Porto) un expediente informativo de todo lo ocurrido.

También han adelantado desde la Federación que tomarán las medidas pertinentes para que este tipo de actos sean castigados de forma ejemplar y disuasoria.