Un Valencia consistente remontó ante un Celta (3-2) que se mostró espeso en varias fases del partido y sumó un triunfo fraguado en su juego y, sobre todo, en tres magníficos goles.

Un fallo defensivo propició el 0-1. Was sacó una falta con precisión y Cabral cabeceó sin oposición a la red en una jugada en la que tanto el portero valencianista como la defensa estuvieron muy pasivos.

El equipo de Voro incrementó la posesión del balón, salió con cierta fluidez y creó opciones de gol ante la meta de Sergio. En una de ellas, una gran triangulación entre Zaza, Cancelo y Parejo propició la igualada.

Sin cambios y con una dinámica similar a la del final del primer tiempo dio comienzo el segundo, aunque a medida que pasaban los minutos quedó claro que no perder también era uno de los objetivos de ambos. El Valencia atacaba más que el Celta y encontró premio en otra buena jugada colectiva con Parejo, Enzo Pérez, Lato y Munir como rematador. En sus botas estuvo también el 3-1.

En el minuto 78, el árbitro señaló como penalti un derribo de Carlos Soler a IagoAspas que el propio delantero del equipo gallego transformó en el gol del 2-2.

El Valencia no se amilanó y luchó por el tercer gol, que llegó en una genialidad de Carlos Soler, con una vaselina para no olvidar tras una galopada de Enzo Pérez que cerró el partido ante un Celta que no tuvo su noche.