El partido que le sirvió al Maristas para proclamarse campeón de Primera División por primera vez en su historia, también supuso malas noticias para el equipo colegial pues a los siete minutos de juego, una de sus jugadoras más importantes, Bea Sánchez, cayó lesionada. Todos se dieron cuenta de que era algo importante, pero las pruebas confirmaron los peores pronósticos: rotura del ligamento de la rodilla derecha.

Sánchez pasará por quirófano el próximo mes y estará entre seis y siete meses sin jugar al baloncesto, por lo que será baja para la fase más importante de la temporada. "Fue muy duro e injusto porque estaba en un momento muy bueno, ayudando mucho al equipo gracias a su polivalencia", se lamenta Fernando Buendía. Por eso quiere dedicarle la victoria, pero sobre todo la clasificación para la fase de ascenso: "Todas se lo quieren dedicar, pero yo personalmente también porque ha sido un placer trabajar con ella". Aunque la baja es significativa, el entrenador cree que ayudará haber recuperado a otras jugadoras que estaban tocadas y el apoyo de las júnior.