El Celta firmó un histórico pase a semifinales de la Europa League por primera vez en sus 94 años de vida tras empatar (1-1) con el Genk en el partido de vuelta de cuartos de final, un duelo controlado por el conjunto de Eduardo Toto Berizzo pese a la tensión de los minutos finales.

El cuadro vigués se quitó la espina que tenía clavada tras la eliminación ante el Alavés en la Copa del Rey. Su rendimiento no tuvo premio por aquel entonces, pero sí este jueves en tierras belgas, donde han comprado el billete para estar entre los cuatro mejores de la segunda competición continental.

El conjunto olívico, que había vencido por un corto 3-2 en el choque de ida, planteó un partido muy inteligente desde el primer minuto. Con gran solidaridad defensiva, la fortaleza del Tucu Hernández en la medular resultó fundamental para que el guión no cambiase según lo había planificado el preparador de los celestes. Además, el gol inicial de Sion les dio mayor seguridad, aunque el empate llegó demasiado pronto y mantuvo vivo al equipo belga hasta el final.