El Atlético se sobrepuso al hambre del Espanyol con la inspiración de Griezmann en el minuto 73, después de firmar un choque sin excesiva fluidez, pero con el oficio suficiente para dejar al anfitrión sin puntuar y atenuar su sueño europeo.

Los de Quique querían más. Jurado avisó en el minuto 4. El ex del Atlético recibió el balón sin marca, pero conectó mal. Fue la ocasión más clara de los pericos en los primeros compases del encuentro.

Aun así, el Atlético demostraba su calidad y capacidad de crear peligro. Carrasco, en el 14, obligó a lucirse a Diego López con un disparo raso y pegado al palo. La exhibición de fuerza rojiblanca quedó en eso. La zaga blanquiazul, con un imperial David López, frenaba las incursiones de Torres y Griezmann.

La entrega sobraba en ambos equipos, pero a los dos les faltaba puntería. Desde el tiro de Carrasco, el Atlético no había visto puerta. Y el Espanyol, pese a combinar y llegar al área con criterio, se deshacía cerca de los dominios de Oblak. El portero esloveno apenas intervino en la primera media hora.

Los de Simeone no estaban finos arriba, quizá por el desgaste en la Champions, pero no son la mejor defensa de la Liga por casualidad. Godín y Savic no cedían a un rival que ahora ponía el foco de sus acciones en Caicedo, que intentaba imponer su envergadura y Piatti, que hacía lo propio con su electricidad.

No había un dominador claro. En el minuto 70, de todos modos, todo cambió. Primero amenazó Gameiro, muy solo ante Diego López, aunque falló el remate. Pero Griezmann sí estuvo certero al aprovechar un rechace tras un tiro de Saúl. Pegó el balón al palo y superó al meta gallego para poner el 0-1 en el marcador.