El Bayern se coronó otra vez campeón alemán, por quinto años seguido, en medio de una discusión sobre un posible cambio de ciclo en el club bávaro donde se espera que en la próxima temporada empiece una gran renovación en la plantilla.

El título sirve de consuelo en un mes en el que el Bayern sufrió dos duros golpes, con la eliminación en la Liga de Campeones ante el Madrid y en la Copa de Alemania ante el Borussia Dortmund.

Esas dos derrotas generaron ya una discusión sobre lo que le hace falta al Bayern que a comienzos de esta temporada se había limitado a hacer dos fichajes, que fueron el central Mats Hummels, clave en el equipo, y el centrocampista portugués Renato Sanches, que ha tenido un papel marginal.

Para la próxima temporada muchos esperan que los bávaros se muevan más en el mercado. De momento, sólo se conocen dos llegadas, las del central Niklas Sule y el centrocampista Sebastian Rudy.

Los dos son jugadores que pueden tener un papel pero ningún de los dos prometen representar el salto cualitativo en el equipo que muchos reclaman; algo así como lo que ocurrió con la llegada de Arjen Robben en el 2009. A la larga, de lo que se trata es de volver a ganar la Liga de Campeones que se consiguió por última vez en 2013.

En todo caso, Ancelotti ha dicho que no habrá una revolución sino cambios puntuales sobre los que se empezará sin duda a hablar ahora, con la Bundesliga ya sentenciada. Las retiradas de Philipp Lahm y Xabi Alonso dejan las posiciones de dos titulares por cubrir.

En la plantilla ya hay un jugador que es candidato para cubrir las dos posiciones que es Josha Kimmich, que puede jugar tanto de lateral -donde suele jugar en la selección- como de mediocentro, posición en la que hoy tuvo una gran actuación en la goleada al Wolfsburgo. Además, está Renato Sanches, sobre quien se tiene la esperanza de que explote y muestre lo que insinuó en la Eurocopa.

El presidente, Uli Hoeness, ha dicho que antes de hacer un fichaje hay que ver si se tiene alguien en casa para resolver lo que se quiere resolver. Lo que, ha agregado Hoeness, no quiere decir que no se sigan haciendo fichajes, siempre y cuando agreguen calidad. Eso fue, en su momento, el caso de Robben, más tarde el de Thiago Alcántara y de Robert Lewandowski y más recientemente el de Kimmich.

Robben y Franck Ribery están probablemente ante el último año de su carrera. En sus posiciones también tiene que ocurrir algo.

El Bayern espera mucho de Kingsley Coman. El otro extremo alternativo es Douglas Costa que ha tenido una mala temporada y en torno a quien no hay muy buen ambiente después de algunas declaraciones desafortunadas.

En todo caso, Coman y Costa llegaron pensando en cubrir bajas de Robben y Robery por lesión. Coman tiene además perspectivas de sucesor. Pero ahora, algo que se discute, es si se necesita a alguien para cubrir posible baja de Lewandowski.

Ancelotti no quería hablar de esos temas, ni tampoco de la decepción generada por la eliminación en la Copa de Alemania y en la Liga de Campeones. "Naturalmente nos ha afectado lo que ha pasado en las últimas semanas pero ahora es el momento de celebrar. Ya después habrá tiempo de preparar la próxima temporada", dijo. La clave, tal vez, será cubrir el vacío que dejará Lahm no sólo en su posición sino como líder del vestuario.

El sábado, al dejar el campo, entregó el brazalete de capitán a Thomas Müller, que, como figura de identificación, sería su sucesor natural.