No hay rival que pueda con el espíritu luchador del Leyma Coruña. Nunca se ha rendido. Y ayer volvió a demostrarlo y convertirse en gigante. Siempre lo hace. Con mucho esfuerzo y una concentración extraordinaria, el equipo naranja superó al Palencia (84-88) lejos de casa y le arrebata el factor cancha en el primer partido del play off.

Tito Díaz ya avisó de la importancia de esta primera cita entre ambos candidatos al ascenso. Confió en sus pupilos y no le fallaron. Es más, alguno recuperó su mejor versión como es el caso de Zach Monaghan. Acostumbrado en algunas ocasiones a resolver partidos, el base estadounidense volvió ayer a ser protagonista con una actuación para el recuerdo. Logró un 27 de valoración gracias a 28 puntos, tres rebotes, una asistencia y ocho faltas recibidas. La pesadilla de los palentinos, sobre todo en el último cuarto.

El mérito, sin embargo, fue de todos. Empezó bien el Leyma, plantándole cara a su rival. Con un triple de Creus y el acierto de un Olmos llamado a ser clave en este play off. Por el otro lado, el ataque también se movía sin descanso. Rodríguez y Otegui fueron de los más peligrosos en un primer cuarto que cerró Monaghan con un triple para romper la igualdad sobre la pista (23-25).

Antes del descanso, parecía misión imposible que alguno de los dos equipos inclinase la balanza hacia su lado. Pero fue el local el que dio un golpe sobre la mesa. Samb y Pérez anotaron desde la línea de 6,75 para abultar el parcial hasta el 11-2. Suficiente para poner las tablas y coger algo de ventaja. No fue suficiente para asustar a los naranjas. Hernández y Javi Lucas aparecieron en escena para mejorar la situación de cara a la segunda mitad (53-45).

Aunque el tercer cuarto arrancó con Blanch tratando de aliarse con el triple, el Leyma se fue recuperando con un esperanzador 0-9. Monaghan empezaba a brillar en Palencia pero Rodríguez seguía haciendo de las suyas con solo diez minutos por delante (70-64). El sueño de conquistar el primer partido de la eliminatoria pareció esfumarse con los triples consecutivos de Maldunas y Pérez. Pero no. El Leyma siempre saca fuerzas. Siempre se mantiene a la espera de su momento y pelea hasta el final. Ese esfuerzo, ayer, tuvo su premio. El base naranja hizo once puntos en apenas unos minutos y fue una inyección de optimismo para el resto de sus compañeros. Creus hizo el empate (78-78) y lo demás fue pura magia de Monaghan. Con el 83-85 a 32 segundos del final, la tensión se apoderó del ambiente. Otegui se colocó en la línea de tiros libres y falló. Turno para Ángel Hernández, a quien le tembló el pulso en el primero pero anotó el segundo. Cada vez más cerca del factor cancha. De nuevo el Palencia tuvo su oportunidad pero Rodríguez tampoco consiguió meter la pelota por el aro. Cuando fue el turno del hombre del partido, ya nadie dudaba de la victoria naranja. Libre de Monaghan, factor cancha y a pensar en el siguiente. Mañana, otra batalla.