El Valencia goleó sin dificultades a un Osasuna hundido y con pocos recursos en un partido sin intensidad, en el que los destellos locales de cara a puerta fueron suficiente para doblegar a un rival que apenas inquietó la meta valencianista y que hizo su gol en tiempo de prolongación.

Dos goles de Garay en la primera mitad y los tantos en la segunda de Zaza y Rodrigo sentenciaron la victoria más cómoda del Valencia en toda la temporada, lograda frente al equipo que menos problemas le ha causado en Mestalla a lo largo de todo el campeonato.

Sin nada en juego entre un equipo local sin aspiraciones y un conjunto visitante descendido, al partido le faltó chispa. A esas circunstancias se unieron la hora, el calor y la falta de público. Todo parecía dispuesto para que el encuentro no fuera brillante. No lo fue. Sin tensión, el control del Valencia propiciaba llegadas sin apenas peligro y el Osasuna trataba de acercarse a la meta rival al contragolpe.

En una de las acciones ofensivas locales, un balón de Nani fue rematado a gol por Garay mediado el primer periodo y, casi de inmediato, un remate de Tienza con el pecho provocó la única ocasión clara de Osasuna en el primer periodo. Doménech, que hoy fue titular en la meta gol, desvió a córner un balón que se colaba.

Nada cambió a partir de esa acción, ya que el Valencia mantuvo sus ataques, casi todos ellos intrascendentes, hasta que muy cerca del descanso, un balón recuperado en defensa por Gayà llegó a las proximidades de Garay, quien hizo el 2-0 con el que se cerró el primer tiempo.

No mejoró el espectáculo tras el descanso. Se mantuvo la misma tónica de juego, ya que el Osasuna que no daba la sensación de poder meterse en el partido y el Valencia mandaba en el encuentro, pero sin fluidez en sus aproximaciones a la meta de Sirigu.