El Chelsea, de manos de sus capitanes John Terry y Gary Cahill, levantó ayer el título de la Premier League después de golear en Stamford Bridge al ya descendido Sunderland por 5-1.

El conjunto del italiano Antonio Conte no falló ante su público y se dio un homenaje frente al débil Sunderland, descendido de hace semanas, y que no se jugaba nada aparte de la honra.

El encuentro sirvió, además, para rendir homenaje al veterano Terry, quien dejará el club a final de temporada después de casi 20 años en la entidad.

El capitán, el futbolista más laureado en la historia del club, fue titular ante el Sunderland y fue sustituido en el minuto 26 -en honor a su número de camiseta- por Cahill, mientras sus compañeros le despidieron con un pasillo de honor sobre el terreno de juego.

En lo puramente deportivo, después de un susto inicial tras el gol de Javier Manquillo en el minuto 3, los blues pasaron por encima de su rival y, con goles de Willian, Eden Hazard, Pedro Rodríguez y Batshuayi, celebró su victoria número 30 en 38 partidos de liga, récord en la era Premier.

Después del encuentro, los futbolistas del primer equipo recibieron sus medallas de campeón. "Es uno de los días más difíciles de mi vida", afirmó el veterano capitán. "He tenido la suerte de jugar con futbolistas y entrenadores increíbles durante toda mi carrera. Y le tengo que dar las gracias a todos y cada uno de ellos", añadió.