La selección española encara en Skopje su último examen de la temporada, con el objetivo de mantener su solidez como líder, antes de iniciar el curso con una final ante Italia, en el partido que decidirá la selección del Grupo G que se clasifica directamente para el Mundial de Rusia.

El sufrimiento de Italia en Skopje es la referencia con la que el seleccionador español Julen Lopetegui ha preparado a sus jugadores para el duelo ante Macedonia. A falta de minutos para el final de aquel encuentro, la selección azzurra perdía 2-1 y solo una remontada en los últimos compases, con tanto de Inmobile en el 93, evitó su tropiezo.

El peligro es mayor en este momento si cabe. Con jugadores españoles que ya han estado unos días de vacaciones y otros que llegan con el cansancio de toda una temporada en sus piernas a una fecha incómoda en el calendario FIFA.

La sensación de que el espacio de la selección se ha vuelto a perder invade en la concentración de España. Lo conseguido con la conquista de dos Eurocopas y un Mundial se ha ido evaporando hasta llegar a un presente en el que sienten que solo los clubes captan la atención y en la roja no se habla de fútbol. Polémicas con declaraciones entre clubes, silbidos a Gerard Piqué, futuro de jugadores... Se habla de todo menos de un partido clave para el próximo Mundial.

Parecía que nada le afectaba a Piqué, pero regresó el rechazo de aficionados españoles expresado en silbidos en Murcia. Un nuevo capítulo del que acabó hastiado. Es la segunda ocasión en la que llega a Skopje en la misma situación. En septiembre del 2015 fue tras León, donde comenzó todo, y Oviedo. Sacaron la cara por él dos madridistas de peso, iconos como Iker Casillas y Sergio Ramos.

El desgaste de una situación que no tiene fin provoca una respuesta más distante en el presente. "La gente es libre de expresar lo que siente", aseguró Marco Asensio en un papel difícil para un jugador de su juventud a medio camino entre la selección y los dardos continuos de Piqué al Madrid.

Pero al grupo nada parece afectarle. Una broma y un abrazo zanja hasta el gesto más polémico, la referencia de Dani Carvajal a Piqué en la celebración de la Liga en la fuente de la Cibeles. Es el ejemplo que busca Lopetegui extendiendo una línea marcada por Vicente del Bosque en un vestuario sin fisuras.

Lopetegui recupera a David De Gea para la portería, superados sus problemas estomacales, y a los madridistas Dani Carvajal y Sergio Ramos para la zaga, con permiso para ausentarse frente a Colombia tras la conquista de la Liga de Campeones. El tercero era Isco Alarcón, que pelea por un puesto con Thiago Alcántara y se decidirá en función de las sensaciones físicas del centrocampista del Bayern.

Con Andrés Iniesta con puesto fijo con Lopetegui, Isco o Thiago es la única duda por despejar de un once con tridente ofensivo formado por Vitolo, un jugador en estado de gracia con la selección, como David Silva, y en punta Diego Costa buscando goles para cerrar su gran temporada en el Chelsea, donde anunció no continuará tras conocer por un mensaje al móvil de su entrenador, Antonio Conte.

Tras las vacaciones el próximo duelo oficial de la selección española será el que decidirá el liderato, frente a Italia en el Santiago Bernabéu. En Macedonia hay seis jugadores con el riesgo de sanción si reciben una cartulina amarilla. Son Piqué, Sergio Ramos, Sergio Busquets, Thiago Alcántara, Vitolo y Diego Costa.

Mientras, la selección de Macedonia asume su papel de víctima y traslada el de favorito a España, aunque promete dar batalla en el campo y tratar de dar la sorpresa en el Nacional Arena Felipe II, que registrará un lleno absoluto con 33.500 aficionados.

Aunque la llegada de España no ha generado una gran reacción en las calles de Skopje, debido a que el foco mediático sigue siendo el éxito histórico del equipo local de balonmano, Vardar, que consiguió su primera Copa de Europa el pasado domingo en Colonia (Alemania).

El seleccionador, Igor Angelovski, alabó las cualidades de España, de la que dijo que no comete muchos errores en partidos oficiales, y aseguró que su equipo conoce muy bien la manera de jugar de la roja. "Estamos concentrados en cómo vamos a jugar nosotros. España comete pocos errores e intentaremos aprovecharlos", declaró.

Los jugadores macedonios saben del poderío de España, pero prometen plantar cara en el campo como hicieron ante Italia, en un encuentro que siempre representa una motivación mayor. "España acude como favorita, es una de las mejores selecciones del mundo, pero nosotros intentaremos ponérselo difícil y hacer que muchas cosas en el capo de juego dependan de nosotros", dijo el delantero Aleksandar Trajkovski.

El último encuentro con el que Macedonia preparó la visita de España fue un empate sin goles ante Turquía. Sus derrotas en el inicio de la fase de grupos ante sus rivales directos, Albania e Israel, condicionaron todo y marcha penúltima.