Rusia ganó con facilidad el partido inaugural de la Copa Confederaciones al derrotar a la débil Nueva Zelanda (2-0).

Los pupilos del ruso Stanislav Cherchésov dominaron el partido de principio a fin, aunque les faltó clarividencia en ataque, mientras que los neozelandeses se limitaron a defender con los once futbolistas detrás del esférico y a probar suerte a balón parado.

Rusia debutaba en esta torneo, considerado unánimemente el ensayo de cara a la Copa Mundial, mientras que los neozelandeses participan por cuarta vez.