Desde que era infantil hasta el último año de júnior, Rubén Río (A Coruña, 1997) ha contado con la confianza de los distintos seleccionadores nacionales en las categorías inferiores. Forma parte de una generación de Hispanos, término popular con el que se conoce a los jugadores de la selección española de balonmano, que puede despedirse a lo grande en el Campeonato del Mundo júnior que comienza el lunes en Argelia ya que vienen de ser campeones de Europa el año pasado. "Nunca ninguna selección ha conseguido encadenar Europeo y Mundial. Es muy difícil repetir", avisa el lateral del Valladolid. "Pero para la mayoría es nuestro último año como júniors, llevamos juntos desde infantiles, hemos vivido muchas experiencias y ojalá podamos despedirnos como campeones del mundo", desea.

Lleva concentrado desde el pasado 23 de junio. Primero en Madrid, desde donde el combinado nacional se desplazó a Suiza para disputar tres amistosos ante Alemania (25-28), Suiza (32-25) y Francia (26-31) en el Airport Trophy. A la vuelta a España, traslado a Eibar con el colofón de un doble partido contra Túnez (29-25 y 27-21) el pasado fin de semana. El domingo, el seleccionador, Isidoro Martínez, les dio descanso a los jugadores y el coruñés pudo pasar unos días en casa, pero hoy ya está de vuelta, esta vez a Guadalajara, para ultimar los detalles y viajar el lunes a Argelia.

"La preparación ha sido buena porque veo que el seleccionador confía mucho en mí. No estuve acertados en algunos de los partidos y me mantuvo en cancha y eso se agradece mucho", reconoce. España debuta el martes contra Brasil (10.00 horas) y completará la fase de grupos ante Rusia (jueves), Burkina Fasso (viernes), Macedonia (domingo) y Túnez (lunes 24). Después, los cruces directos. "Creo que seremos entre cuatro y seis equipos los que lucharemos por las medallas. Veo a Alemania a un nivel espectacular y para mí, Francia es la mayor potencia del mundo, con una generación muy buena. Y también contarán Islandia y Eslovenia", cuenta la perla del Ártabro sobre los posible rivales.

Con la selección, Rubén Río logró un bronce europeo juvenil y un oro júnior. "Es un orgullo representar a tu país y formar parte de la selección española. Es el reconocimiento más grande porque muchos querrían estar y pelean por ello", dice. Eso sí, se queda sin vacaciones. "La temporada se hace muy larga. Casi todos los de la selección, además, hemos sido importantes en nuestros equipos, por eso llevamos encima más exigencia. Pero aceptamos el reto encantados", concluye.