David Ferrer se impuso con claridad en la final del ATP 250 de Bastad (Suecia) al ucraniano Alexandr Dolgopolov (6-4 y 6-4) para lograr el vigésimo séptimo título de su carrera 636 días después del último. El de Jávea, que vio el año pasado cómo salía del top 10 por primera vez desde 2010, se resiste a la retirada y, a sus 35 años, demuestra que tiene mucho que ofrecer.