Hace un año, cuando Michael Phelps dijo el adiós definitivo, a la piscina después de los Juegos Olímpicos de Río 2016, si se preguntara por otro nadador capaz de ganar otros siete oros en un mismo campeonato pocos hubiesen señalado a Caeleb Dressel. Y precisamente a siete oros es a lo que aspira hoy, en la última jornada en Budapest, el estadounidense. Lleva seis, tres ayer de una sola tacada. El de Florida ya había estado en Río, donde se colgó dos oros como miembro de los relevos, pero este Mundial es el de su presentación y, a la vez, consagración. Un descubrimiento el de un nadador de 20 años que lo tiene todo. No necesita rezar como hace antes de cada carrera. Posee la mejor salida. Potencia. Velocidad. Resistencia. Y un futuro abrumador. Es el mejor nadador del campeonato mientras que en categoría femenina el honor se lo repartirán su compatriota Katie Ledecky, que ayer logró su cuarto oro al imponerse en una final de 800 metros en la que la española Mireia Belmonte fue cuarta, y la sueca Sarah Sjostrom, con una buena jornada con el título de 50 mariposa y el tope mundial de 50 libres.

Con sus tres medallas de oro en apenas dos horas, Caeleb Dressel empieza a hacer olvidar a Michael Phelps. Precisamente, se quedó a cuatro centésimas del récord del mundo de la Bala de Baltimore en 100 mariposa, una de sus victorias de ayer. Hizo 49.86 por los 49.82 con los que ganó Phelps en el Mundial de Roma en 2009, cuando se vestían los bañadores de plástico. Las otras victorias fueron en 50 libres, en la que también amenazó la plusmarca mundial del brasileño Cesar Cielo -igualmente de 2009-, y la otra en el 4x100 libres mixto, en el que sí cayó el récord del mundo y en el que realizó una espectacular primera posta. Ya lleva seis oros -con el de 100 libres, el de 4x100 libres y el de 4x100 estilos mixto- y hoy podría caer el séptimo en el 4x100 estilos. Siete oros, aquello que con Phelps parecía una utopía y que este elevó a ocho. La diferencia es que el de Baltimore lo hizo en cinco pruebas individuales y tres de relevos. Dressel lleva tres y tres. Solo falló en 50 mariposa, con la cuarta posición.

La sueca Sarah Sjostrom sería su homóloga en categoría femenina, con la desventaja de que ella no tiene los relevos para seguir aumentando su palmarés. Sjostrom se impuso ayer en 50 mariposa, su segundo oro en Budapest, y batió el récord del mundo de 50 libres en las semifinales (23.67), dejando atrás otra de esas marcas del poliuretano que pertenecía a la alemana Britta Steffen. Se recuperó así de la decepción del 100 libres, en el que una vez más la estadounidense Simona Manuel le birló el triunfo en la última brazada. Hoy puede despedirse con un triplete de oros, aunque tendrá de nuevo a Simone Manuel y Pernille Blume como máximas rivales.

Sjostrom rivalizará con Ledecky por el título de mejor nadadora. La estadounidense no tuvo problemas para ganar los 800 libres por delante de la china, de solo 15 años, Bingjie Li y su compatriota Leah Smith. Belmonte nada pudo hacer ante estas tres, que se destacaron desde los primeros metros mientras ella fue más conservadora. Un poco descolgada de la lucha por ser la mejor del campeonato se queda Katinka Hosszu, que solo ha sido capaz de ganar los 200 estilos, aunque ayer logró la plata en 200 espalda -también tiene el bronce de 200 mariposa- por detrás de Emily Seebohm. Hoy cerrará como favorita en 400 estilos, donde tendrá un duelo con Mireia Belmonte.