Los jugadores de la selección española júnior de balonmano, flamante campeona del mundo, fueron recibidos ayer en el aeropuerto madrileño Adolfo Suárez Barajas como héroes. Dentro del combinado nacional están el coruñés Rubén Río y el lalinense Xoán Ledo.

El seleccionador español, Isidoro Martínez, afirmó que el equipo que conquistó en Argelia el título mundial tras imponerse en la prórroga a Dinamarca (39-38) tiene un "duende especial difícil de medir". Martínez reconoció que cuenta con "varios jugadores que tienen un don especial en finales de partido igualados".