La ribeirense Ana Peleteiro, en triple salto, y Orlando Ortega, en 110 metros vallas, se convirtieron anoche en los primeros finalistas del equipo rojo, ambos con séptimos puestos que tuvieron sabor bien distinto para uno y otra. Peleteiro regresa de Londres como séptima del mundo en triple con la mejor marca de su vida (14,23) en una final que ofreció un emocionante duelo por el oro entre la colombiana Caterine Ibargüen y la venezolana Yulimar Rojas, que se alzó con el título con una marca de 14,91. En la cuarta ronda la gallega hizo un nulo y, lesionada tras un mal apoyo, ya no pudo seguir saltando.

Peleteiro ha adquirido madurez de la mano de Iván Pedroso, ha hecho todos los deberes que el cubano, cuatro veces campeón mundial y una olímpico de longitud, le ha puesto este año y los resultados empiezan a reflejarse en la competición. En Londres no le exigía nada, "sólo que disfrute, en el próximo Mundial ya sí", comentó Pedroso antes de viajar a Londres. También le ha transmitido su carácter competitivo.

La gallega había debutado con un salto de 13,92 y había cometido un nulo en el segundo turno. Estaba duodécima y última antes de la tercera ronda, a punto de quedar eliminada, y entonces se descolgó con el mejor salto de su vida hasta ayer: 14,23. Ascendía así hasta el séptimo puesto y se ganaba el derecho a ejecutar otros tres saltos, junto a las mejores del mundo, asegurándose ya plaza de finalista. En la cuarta ronda llegó su lesión, que puso fin a su concurso en la final.

El vallista, "cabreado y molesto"

Orlando Ortega, por su parte, se mostró "cabreado y molesto" consigo mismo. "Esperaba mucho más de mí, aunque sabía que iba a ser difícil y que para estar en las medallas tenía que hacer la mejor carrera del año. Se vio bien claro que no tenía la condición y que faltaba mucho por hacer", dijo Ortega tras la prueba. Ortega fue sexto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 como cubano. Ahora regresaba con bandera española después de adquirir la nacionalidad el 8 de septiembre de 2015.

El plusmarquista español fue el segundo más lento en la salida y, en un año difícil por las lesiones, careció esta vez de la aceleración final que le ha dado tantos éxitos. Venció con holgura el campeón olímpico, el jamaicano Omar McLeod, con 13.04, y Ortega fue séptimo con 13.37.

El tercer español que competía ayer, el castellonense Pablo Torrijos, plusmarquista español de triple con 17,04 metros, se metió por primera vez en la final de unos Mundiales gracias a un salto de 16,80 metros que le situó octavo entre la docena de finalistas.