El sudafricano Wayde Van Niekerk, campeón mundial de 400 la noche del martes, luchará hoy por el doblete en la final de 200, en la que, finalmente, estará el botsuanés Isaac Makwala, el más veloz del mundo en lo que va de año (19.77), que ayer tuvo que hacer dos carreras, una de ellas en solitario para acceder a la final y garantizar uno de los duelos más esperados de la competición.

Dos horas después de correr solo, bajo la lluvia, autorizado por la IAAF a buscarse un puesto en semifinales tras ser declarado "médicamente apto", Makwala regresó a la pista para sentar plaza de finalista, con otro remojón por la encharcada calle uno.

Lo hizo con el segundo puesto en la primera carrera y una marca de 20.14, a dos centésimas del estadounidense Isiah Young.

El botsuanés, que se ha ganado el cariño de los aficionados después de tales vicisitudes, no estaba del todo contento: "Quiero mi 400", clamaba en alusión a la final que se perdió anoche al permanecer aislado en cuarentena víctima del brote de gastroenteritis detectado en un hotel oficial de atletas.

El gran favorito -también en 200, aunque algo menos desde ayer-, Van Niekerk, sólo obtuvo el tercer puesto en la tercera semifinal con 20.28, repescado por tiempos para la carrera decisiva que se disputará esta noche. Le habían ganado el turco Ramil Guliyev (20.17) y el estadounidense Ameer Webb (20.22).

Makwala fue el gran protagonista ayer en Londres. Tuvo que buscar plaza primero en las semifinales del 200 en solitario. Corriendo con un manguito en el brazo derecho, solo por la calle siete, la que le tocó en primera ronda, Makwala necesitaba una marca de 20.53 (la del último clasificado en las series del lunes) y el botsuanés, que llegó a Londres como el más rápido del año con sus 19.77 de Madrid, la hizo sin problemas y logró un tiempo de 20.20.