Con Morata el Real Madrid no pudo cumplir con su intención de quedarse con todo el grupo de jugadores del año pasado que le permitió repetir Liga de Campeones. El futbolista quería protagonismo en otro lugar y lo buscará en el Chelsea de Conte. Gracias a esa operación, el equipo blanco vendió por una cantidad nunca antes vista en sus negocios: ochenta millones de euros.