El ciclista francés Julian Alaphilippe (Quick-Step) ganó ayer la octava etapa de La Vuelta a España disputada sobre 199,5 kilómetros entre Hellín y Xorret de Catí, mientras que el británico Chris Froome (Sky) aumentó su ventaja al frente de la clasificación con un golpe de autoridad que ninguno de los favoritos supo contestar. El español Alberto Contador (Trek) fue el único que pudo aguantar al corredor británico llegando incluso por delante del campeón del Tour de Francia demostrando que, si no hubiese perdido tanto tiempo en Andorra, estaría luchando por la general.

La etapa estuvo marcada por una fuga que impuso un ritmo infernal y de la que salieron en solitario a por la victoria Rafal Majka (Bora) y el propio Alaphilippe. El pelotón se mostró conservador hasta que comenzó la dura subida final. Además, el viento volvió a hacer acto de presencia complicando aún más la etapa. Ya en los últimos kilómetros, cuando se ascendía el alto de Xorret de Catí, con desniveles de hasta el 18%, el polaco Rafal Majka (Bora) comenzó a lanzar continuos ataques que Alaphilippe consiguió neutralizar sin problemas.

Mientras, Froome demostraba su favoritismo con un ataque que solo podía seguir Contador y, a pesar de que el golpe no era ni mucho menos definitivo, quedaba claro que cuando el británico quiere, pocos hay que estén a su nivel, y más con una contrarreloj por disputar donde se espera que el cuatro veces campeón del Tour aumente aún más su ventaja para lograr su ansiado doblete.

Finalmente, Julian Alaphilippe se hizo con la primera etapa de su carrera en una gran vuelta con un gran arreón final en un puerto mítico que no se escalaba en la ronda española desde la edición de 2010.

Froome amplía a 28 segundos su ventaja sobre el segundo clasificado, el colombiano Esteban Chaves (Orica), con el irlandés Nicolas Roche (BMC) tercero y Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) cuarto. El primer español es David de la Cruz (Quick-Step) en séptima posición a un minuto y ocho segundos. La novena etapa en la Vuelta se celebrará hoy sobre 174 kilómetros entre las localidades de Orihuela y Cumbre del Sol, con un puerto de segunda categoría y otro de primera.

Al término de la etapa de ayer, Alberto Contador confirmó su buen estado de forma y aseguró que a pesar del tiempo perdido en Andorra considera esa etapa "un espejismo". "Me estoy encontrando más o menos bien, lo voy confirmando con el paso de los días y espero seguir así pero todavía no han llegado puertos largos. Es una lástima el tiempo perdido en Andorra pero es bueno ir confirmando que fue un espejismo. De momento no lucho por la Vuelta, voy etapa a etapa y si se pone a tiro alguna, la lucharemos", declaró el español.