El Athletic se llevó el derbi de Ipurua gracias a un gol de Aduriz en la primera parte de un partido que los armeros pudieron haber igualado si Kike García hubiera estado más acertado de cara a portería en dos claras ocasiones.

Con un ambiente extraordinario, Ipurua recibía a los suyos con la alegría de haber ganado en el estreno liguero en Málaga, aunque no pudo brindar a su afición el segundo triunfo de la temporada.

La primera parte empezó con un Eibar presionando muy arriba e intentando ahogar la salida de balón de un Athletic que parecía notar los minutos de competición acumulados en sus piernas para estas alturas de la temporada.

En cualquier caso, los esfuerzos y las ganas de los armeros no se traducían en jugadas de profundidad, y tanto Inui como Rubén Peña no desbordaron.

Poco a poco, el Athletic consiguió frenar el ritmo que había impuesto el Eibar y fue llevando el choque a un terreno más tranquilo, tocando en la zona defensiva y medio campo, pero sin inquietar la portería de Dmitrovic.

Tanto sesteó el partido que, en el minuto 38, sólo Williams siguió a por lo que parecía un balón perdido. Tras controlar solo junto al banderín de córner, el extremo centró al corazón del área, donde esperaba su mejor socio para este tipo de lides, un Aduriz que remató a bocajarro con la cabeza, anotando el único gol de la tarde.

De ahí hasta el final de la primera parte, el Eibar quiso pero el mazazo sufrido fue demasiado fuerte para superarlo

Mendilibar puso toda la carne en el asador dando entrada a Enrich y jugando así con tres delanteros, pero su reacción no dio sus frutos y el Athletic se llevó el triunfo.