Imparable. Oro, oro y bronce. El verano de Nadia Iglesias de Salvador es de matrícula de honor. Campeona júnior de España y de Europa, la santiaguesa, que entrena en A Coruña de la mano de Rosa García en el CPA Maxia, completó ayer su espectacular curriculum en 2017 con la tercera posición en los World Roller Games, el Campeonato del Mundo, que se está disputando en Nanjing (China). Tuvo que remontar en el programa largo, porque en el corto del pasado martes había finalizado quinta. En el largo de ayer afinó más para superar a la argentina Azul Romagnoli y a la eslovena Jessica Marka y subir al tercer peldaño, solo por detrás de las dos representantes de la principal potencia mundial del patinaje artístico, Italia: Rebeca Tarlazzi (oro) y Micol Zangoli (plata).

Iglesias posee una fuerza y un poderío físico que son sus principales armas sobre la pista, pero sobre todo asombra por su madurez. Tiene solo 18 años, pero tiene las ideas muy claras. Su vida es el deporte y como declaraba en una entrevista en LA OPINIÓN, quiere llegar a ser "presidenta del Consejo Superior de Deportes". Una afirmación que viniendo de ella no suena a exagerada, porque siempre se lanza decidida a lograr todo lo que se propone, sin reparar en los obstáculos que tenga que superar por el camino.

Uno de esos momentos fue cuando tuvo que estar un año sin competir al elegir cambiarse de club para desplazarse a A Coruña y ponerse a las órdenes de Rosa García en el Maxia. Ella tenía claro que tenían que ser las manos de la entrenadora herculina, que ha sacado adelante a los mejores patinadores gallegos en los últimos años, como las internacionales sénior Sabela Rodríguez y Aida Vieites, las que moldeasen todo su talento. Y pagó el elevado precio sin más, sin que supiera un gran esfuerzo y centrándose en el gran futuro que le esperaba. Como así fue.

Volvió a las pistas en 2016 con el oro nacional de la categoría juvenil y el subcampeonato europeo como botín. Pero en este 2017 elevó todas las apuestas a pesar de ser tan solo su primer año como júnior. Arrasó en el Campeonato de España, en el que fue la única competidora que arrancó un nueve a los jueces. Y barrió a todas sus rivales en el Europeo. Ganó con treinta y cuarenta puntos de diferencia con respecto a la segunda y a la tercera clasificada.

En China los resultados estuvieron más ajustados. Tras el programa corto quedó quinta, pero solo a un punto del bronce y un poco más alejada de las dos italianas, Tarlazzi y Zangoli, a 10 y 17 respectivamente. Con un programa largo que bordó, Iglesias rozó los nueves y estuvo muy cerca de la valoración de las transalpinas. Superó con amplio margen a la argentina Azul Romagnoli, que finalmente fue cuarta, y a la eslovena Jessica Marca, tercera en el Europeo y que ayer terminó quinta.

Iglesias, que además de su carrera deportiva terminó el bachillerato con una nota media de 11.80, se desplaza cinco días a la semana desde Santiago hasta A Coruña para entrenar y come por el camino en el coche. Su plan para el próximo curso es comenzar sus estudios de INEF en la ciudad herculina y centrarse en el patinaje artístico para seguir con una progresión que le augura nuevos éxitos en el futuro.