Los coruñeses Eduard Lamas e Ignacio Alabart y el liceísta Xavi Malián se proclamaron campeones del mundo con la selección española de hockey sobre patines tras la final contra Portugal (3-3) de los World Roller Games de Nanjing (China), que, tras empatar el combinado luso a falta de so segundos para el tiempo reglamentario, se acabó decidiendo en la tanda de penaltis (2-1) en la que Malián fue decisivo y marcó Lamas.

Los dos liceístas, de hecho, Los dos liceístas, de hecho volvieron a ser dos de los pilares de España. Su primera parte fue perfecta. Infranqueables. Los dos equipos se respetaban al máximo y las defensas mandaban. En ese escenario, la selección española marcó con dos rechaces que le mandaron 2-0 al descanso.

En el inicio del segundo tiempo se torció la final. Portugal anotó con otro rechace y en superioridad, tras una azul a Adroher, empató. Todo volvía a empezar. España quedó tocada. No pudo aprovechar una directa por una azul tras una dura falta a Eduard Lamas. Tampoco la superioridad.

Fue Lamas el que, quedando diez minutos, volvió a adelantar a la Roja con un disparo cruzado. La final se convirtió en un correcalles en el que cualquiera pudo marcar. Rozó la sentencia Alabart, clave para la subida de la bola y la creación cuando más nervios había, y Malián se mantenía firme bajo palos. Quedaban 10 segundos y la impotencia lusa se transformó en una azul al portero. Marín falló la directa y con cuatro por jugar, fue Portugal quien tuvo la oportunidad a bola parada. Con mucha polémica por una azul a Marín por supuestamente agredir a un jugador portugués, Malián paró, pero en el rechace Nunes no perdonó. Quedaban solo dos segundos para la bocina. Prórroga.

España tenía que recuperarse psicológicamente. La primera parte fue de menos a más, sin ocasiones claras pero cómoda atrás. En la segunda, seguía siendo España la que arriesgaba más. Sin premio. Los penaltis dictaron sentencia y ahí fue donde creció la figura de Xavi Malián, que solo encajó uno en la tanda. Eduard Lamas fue uno de los goleadores, junto a Albert Casanovas, en esos lances decisivos que sirvieron para que España recuperase el cetro mundial después de perderlo hace dos años con Argentina tras una racha de cinco coronas consecutivas. La presencia liceista se redondeó con un histórico como José Luis Huelves como delegado del combinado nacional.