Mario Mola revalidó el título mundial de triatlón, en otra jornada gloriosa para el deporte español en la que el ferrolano Javier Gómez Noya, único quíntuple campeón del mundo de la historia, capturó la plata, su décima medalla en estos campeonatos.

"Ser campeón del mundo de medio ironman y subcampeón de la ITU (Federación Internacional de Triatlón) ahora es como para no quejarse", señaló feliz el deportista ferrolano en la meta de Rotterdam. "Estoy muy contento por haber mantenido el segundo puesto. Al final, Mario estuvo muy bien. Hizo un carrerón; y por muy bien que hubiese estado yo, no hubiera ganado el Mundial", opinó Gómez Noya, cuádruple campeón de Europa y medallista de plata en los Juegos de Londres.

"Con éste, van diez podios en Mundiales de la ITU, así que pienso que es para estar más que satisfecho; y muy orgulloso", declaró Javi, quíntuple campeón mundial de triatlón.

Mario Mola, nacido hace 27 años en Palma de Mallorca, que se había retratado junto a Gómez Noya en el podio de los tres últimos Mundiales que ganó el gallego (2013-15), revalidó título al concluir tercero la Gran Final, que se anotó Vincent Luis. Y capturó su quinta medalla consecutiva en el certamen, en el que Blummenfelt, segundo, logró el bronce final.

Con este nuevo éxito de Rotterdam, el triatlón se confirma como uno de los deportes que más éxitos internacionales está dando a España desde el inicio del nuevo milenio, ya que con la segunda corona de Mola, suma ocho títulos mundiales, a sólo dos del récord histórico que todavía poseen los triatletas australianos.

Desde el arranque del siglo, ningún país ha ganado más oros que España, que al de Iván Raña en 2002, añade los cinco de Gómez Noya y los dos de Mola.

Carrera sin incidencias

La Gran Final apuntaba a un claro duelo interno entre Mario y el más grande de la historia, Gómez Noya, plusmarquista histórico de títulos (cinco) y que llegó a Rotterdam después de proclamarse campeón mundial de medio ironman (1.900 metros a nado, noventa kilómetros en bici y medio maratón 21,097 kilómetros a pie).

Nacido hace 34 años en Basilea (Suiza), pero criado en Ferrol, a Gómez Noya no le gustaba el trazado y el jueves el cuádruple campeón europeo indicó que no entendía cómo podían organizar "una final en este circuito", que Mola calificó de "peligroso" y Alarza de "auténtica vergüenza".

Las quejas se centraban en los cambios a distintas superficies de un circuito ciclista muy técnico y estrecho, que con lluvia iba a resultar, como poco, inseguro; y en el agua del río Mosa, que superaba, según ellos, los niveles de contaminación.

A Mola le valía acabar quinto para revalidar título. También, ser sexto, si Gómez Noya no ganaba en Holanda. Javi se metió en el grupo cabecero. De quince. Mayor de lo que él deseaba. En el que iban, entre otros, Varga, Jony Brownlee, los hermanos Polyanski y Royle.

Mario entró en un segundo grupo, con Alarza y el tinerfeño Chente Hernández, a veinte segundos, con los que también pedaleaban Blummenfelt, otro de los triunfadores, y el surafricano Richard Murray, al que su sexto puesto no le sirvió para mantener el podio.

Para lograr una machada sin parangón, Javi debía ganar y esperar a que Mario no mejorara el sexto. E hizo todo lo que pudo. Intentó reventar la carrera, pero el grupo cabecero era demasiado amplio para abrir huecos en un circuito tan técnico y estrecho; y al final se generó un gran pelotón.

Lo que acercaba de nuevo el título a Mola. En la carrera a pie salieron por delante Jonathan y Blummenfelt, que acabó siendo bronce en la general, a los que se unieron Gómez Noya y Luis.

Por detrás, Mario rodaba con Pereira. El luso se quedó, pero Mola enganchó con la cabeza: ya era quinto y se aseguraba el título.

A partir de ahí, reguló hasta el final. Cuando parecía que Mola acabaría cuarto, superó a Gómez Noya, que acabó tercero.

En esta prueba también estuvo el triatleta de Ordes Iván Raña, ahora dedicado al Ironman, que había viajado a Holanda para echar un cable. Raña se retiró al ver que sus compatriotas iban perfectamente colocados. Iván se unirá, eso sí, a la fiesta española.