Lo llamaron el martes de la semana pasada y el domingo ya estaba viajando a Palencia. El coruñés Roi Losada no se lo pensó mucho. Cuando la selección española de voleibol te elige para formar parte de la concentración permanente con base en Palencia, el sí tiene que ser rotundo. "Me pidieron mis datos en un campus al que fui en verano a Guadalajara porque me habían visto en el Campeonato de España y les había gustado", explica el joven de 14 años. Aunque no le dijeron ni que sí ni que no, la idea de cambiar su vida empezó a rondarle la cabeza y la decisión ya estaba tomada. "Me entraron las dudas de última hora, porque es dejar aquí a mi familia, a mis amigos... pero estaba decidido, es una gran oportunidad para acercarme a mi objetivo de ser un jugador profesional en el futuro", añade.

Roi, formado en el Calasancias, juega de colocador, aunque también le han probado de líbero. "Hay que leer bien el juego y distribuirlo de la mejor manera. Y además de saber mucho de tus compañeros, también tienes que conocer bien al rival", analiza. Pese a su juventud, entiende mucho de su deporte porque tiene en casa el mejor ejemplo. Su madre Eva fue jugadora y su padre Ángel todavía se mantiene en activo y es entrenador. "Influyeron mucho. Me enseñaron cuando era pequeño, aunque yo siempre quería hacer más de lo que podía", recuerda. También practicó otros deportes, como el fútbol, pero cuando empezó a competir, en la categoría alevín, tuvo que elegir y se quedó con el voleibol.

El año pasado, como infantil, fue undécimo tanto con la selección gallega como con su club, el Calasancias, en los distintos Campeonatos de España. Esta temporada será cadete de primer año y puede que incluso debute en Superliga 2 con el CyL Palencia 2018. Un salto enorme que más que asustarle, le motiva. "Estar en la permanente, además de que me va a hacer progresar en mi juego, también va a suponer una gran experiencia porque viajaré más, iré a más torneos, conoceré a mucha gente....", enumera todavía emocionado. Para sus padres es un poco más duro aunque como exjugadores le entienden a la perfección. "Estoy orgullosa y también triste, pero es una oportunidad única para él y respeto y apoyo su decisión", dice su madre. Para su padre, Roi tiene "mucha proyección y es de los mejores técnicamente" aunque se enfrenta ahora a "un reto enorme" en el que no duda que estará a la altura.